Cambio climático: Mr. Snow, al rescate del esquí alpino

Para compensar la falta de nevadas, muchos operadores regionales de centros de esquí optan por usar cañones de nieve. Y los deportistas que practican salto con esquíes utilizan esteras de plástico que les permiten entrenar y competir incluso en verano cuando no hay nieve.

Ya en 2008, Jens Reindl pensó en buscar un reemplazo adecuado para la nieve natural para otros deportes de invierno, como el luge, el esquí de fondo y el alpino.

Fabricar un producto comercializable

"Tomó bastante tiempo en convertir la idea de desarrollar una pista de esquí textil en un producto listo para llegar al mercado", dice Reindl, CEO de la empresa Mr. Snow. "Junto con un par de amigos y, después de años de investigación exhaustiva en la Universidad Técnica de Chemnitz, tuvimos una primera presentación pública de un prototipo de pista artificial en 2012, pero pasaron otros tres años antes de que saliéramos finalmente al mercado como empresa emergente y con una pista de esquí comercializable", explica.

Al trabajar en la pendiente textil tuvieron que prestar mucha atención a los detalles: las propiedades del material tenían que ir más allá que las de las alfombras artificiales para salto de esquí, solo adecuadas para movimientos rectos. "Estas alfombras no son buenas para el viraje", dice Reindl. "Además, los materiales como los que se usan en estas esteras necesitan ser regados o engrasados con frecuencia para garantizar sus propiedades de deslizamiento y eso no es ecológicamente sostenible", añade.

Facil de manejar

La compañía Mr. Snow, fabricó una pista sintética que no tiene que ser regada en absoluto. Se despliega donde sea necesario, se fija rápidamente al suelo y está lista para esquiar.

Además, esta pendiente tiene una estructura especial que causa un mínimo de fricción cuando los esquís simplemente se deslizan sobre ella. Pero si se quiere cambiar de dirección, la superficie especial de la capa inferior garantiza el máximo agarre cuando los bordes del esquí ejercen presión contra ella. "Ahora mismo, es lo más cercano que se puede estar a las actividades deportivas sobre nieve real", asegura Reindl.

Él nunca ha cuestionado el uso de nieve artificial en general. Cree que los cañones todavía hacen un buen trabajo en las regiones de mayor altitud en los Alpes y en otros lugares. Pero, ¿qué pasa si se está a un par de grados por encima del punto de congelación? Si bien la última generación de cañones de nieve puede incluso lidiar con condiciones tan adversas, es verdad que consumen mucha energía año tras año, mientras que las pistas de Mr.Snow no necesitan ni energía ni agua una vez desplegadas y aguantan aproximadamente 10 años. "Además, los materiales de las pistas sintéticas son totalmente reciclables cuando se descomponen", señala Reindl.

La empresa ya las ha vendido en la mayoría de las naciones alpinas, sobre todo, en Suiza y Austria. Las actividades comerciales también se han llevado a cabo en otros continentes, con patentes en China y Estados Unidos. A medida que avance el cambio climático, Reindl está seguro de que habrá más mercados. En lo económico, el jefe de Mr. Snow explica que sus ingresos "se están acercando al millón de euros con bastante rapidez”.

El futuro podría ser color de rosa

Hay muchas razones para creer que la demanda de las pistas de esquí artificiales aumentará si la escasez de nieve ese agudiza. 

Sin embargo, las pistas de Mr. Snow se enfrentan a ciertos obstáculos: solo se pueden usar en escuelas de esquí y de tiempo libre en general, pero no en competiciones profesionales internacionales o regionales.

Si bien los eventos profesionales de salto de esquí de verano en alfombras artificiales ya están completamente establecidos, las asociaciones deportivas no permiten aún que competiciones como, por ejemplo, el esquí de fondo, se celebren en las pistas textiles en verano. Y en lo que respecta a la temporada de invierno, la Federación Internacional de Esquí (FIS) estipula que las competiciones deben realizarse en nieve real.

(rmr/er)

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