Cambio climático: cuando hay que pagar, nadie se siente responsable
25 de julio de 2009"Esperamos que las negociaciones progresen", dijo este 25 de julio el actual presidente del Consejo de la UE y ministro de Medio Ambiente sueco, Andreas Carlgren, en el marco de un encuentro informal de los ministros de Medio Ambiente europeos en Åre, norte de Suecia.
En la reunión se acordó que la UE otorgará a Suecia en octubre un mandato de negociación para Copenhague. Lo que aún sigue siendo controvertido es la distribución interna de las cargas en la UE. En las negociaciones en marcha, resulta especialmente controvertida la financiación de medidas para la protección del clima y para la adaptación al calentamiento global, que, según los expertos, requerirían miles de millones de euros cada año.
Sin Plan B a favor del clima
La cumbre climática pretende cerrar un tratado que suceda al Protocolo de Kyoto para la reducción de los gases de efecto invernadero y que expira en 2012. "No tenemos un plan B", dijo Carlgren.
Con el encuentro de ministros de Finanzas y de Medio Ambiente de la UE los días 20 y 21 de octubre de 2009, así como con la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno los días 29 y 30 de octubre, habrá una "supersemana" climática, sostuvo.
La UE debe mantener su posición líder y se presentará a las negociaciones como unidad, representada por Suecia. El bloque ya decidió que hasta 2020 reducirá sus emisiones de CO2 en una quinta parte con respecto a 1990. En el caso de que en Copenhague el resto de países industrializados acepte reducciones similares, la UE aumentaría las suyas a un 30 por ciento menos.
Si todos ganan, todos deben poner
El acuerdo mundial sobre el clima prevé fijar objetivos de reducciones para todos los firmantes. A diferencia del Protocolo de Kyoto, también los países en vías de desarrollo y emergentes deberán hacer sus aportes.
Al mismo tiempo, se creará un fondo en el que los países ricos pagarán por las medidas de protección del medio ambiente y de adaptación en los países en desarrollo. Según se estima, harán falta 100.000 millones de euros al año. Entre los puntos más controvertidos figura la distribución de cargas en la financiación y las reducciones.
Financiación es en la UE un tema controvertido
Polonia, por ejemplo, presiona para que antes de Copenhague se establezca el mecanismo interno de distribución del bloque, trascendió de las negociaciones. También el comisario de Medio Ambiente de la UE, Stavros Dimas, se pronunció a favor de ello.
Una mayoría de Estados de la UE se opone porque temen fuertes enfrentamientos que podrían perjudicar las negociaciones globales.
Polonia, que tiene una alta emisión de CO2 debido a que la mayor parte de la producción de su energía está basada en el carbón, quiere que en el mecanismo se tenga en cuenta que económicamente necesita de esta práctica, antes de que la UE confirme ayudas financieras globales.
No habrá cifras concretas antes de Copenhage
También se discute cuándo las naciones industrializadas presentarán cifras concretas. Los países en vías de desarrollo y los emergentes quieren saber con cuánto dinero contarán antes de proponer sus propias medidas.
Los ministros de Medio Ambiente de la UE destacan, sin embargo, que no se darán cifras concretas antes de Copenhague. El mandato de negociación para Suecia contemplará solamente el mecanismo de financiación.
Mercado de emisiones
Una gran parte del dinero provendrá del Esquema de Transacción de Emisiones (ETE). En este marco, la industria debe adquirir certificados en una bolsa a cambio de sus emisiones de CO2. Aproximadamente la mitad de lo recaudado será utilizado para las medidas de protección del clima nacionales e internacionales.
De las negociaciones trascendió que la UE podría subir su meta a un 30 por ciento por interés propio, para mantener los precios del ETS a un determinado nivel.
Autor: JOV / dpa
Editora: Luna Bolívar