"Cada vez más países abusan de Interpol“

Deutsche Welle: Señor Fabritius, el caso del escritor turco-alemán Dogan Akhanli, que fue detenido en España a petición de Turquía a través de Interpol, ha causado revuelo en Alemania. Usted investigó para el Consejo Europeo el uso indebido de las llamadas alertas rojas, es decir, petición de captura, en Interpol. ¿Concuerda el caso Akhanli con su investigación?

Bernd Fabritius: Naturalmente. Desgraciadamente es solo un caso entre muchos. Hay claros indicios de que últimamente Turquía envía muchas alertas rojas al sistema de Interpol. Es un método de persecución que normalmente se usa para luchar contra la criminalidad mundial. Pero desgraciadamente, también se sabe que hay países que abusan de dicho instrumento para acosar a personas no deseadas, opositores políticos, críticos con el régimen o defensores de los derechos humanos y evitar que viajen. Turquía quiere con toda seguridad y, sobre todo desde el intento de golpe de Estado, poner en práctica sus propios conceptos de ilegitimidad y penalidad y, para ello, abusan del sistema de Interpol.

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Turquía asegura que el caso Akhanli no es político. Se trata de un caso de robo con homicidio. ¿Se puede decir que Turquía abusa de lnterpol en el caso Akhanli?

Se tendrá que ver si es un caso de abuso. Por eso, he exigido que la correspondiente comisión de Interpol compruebe con exactitud dicha petición. No es el primer caso así en Turquía. Interpol es, por decirlo así, solo un portal de noticias y asume una petición de un país, en este caso, Turquía. Los otros estados miembros de Interpol pueden informarse de que un país persigue a una persona determinada. Las medidas que adopte el país, en este caso España, están sujetas a su sistema Judicial nacional. España tiene ahora que comprobar si la petición de extradición, que tendría que presentar Turquía, cumple los estrictos requisitos. Siento curiosidad por ver si Turquía solicitará dicha extradición. Y es que muchos países envían solo una alerta roja para estorbar. Pero nunca realizan una petición de extradición, porque tras una evaluación judicial de la petición de extradición, esta no se suele llevar nunca a cabo. Turquía es uno de los países a los que se les evalúa con exactitud sus alertas rojas.

En su informe, usted dice que entretanto hay muchos casos en los que los países autoritarios hacen mal uso de las alertas rojas. ¿Ha fracasado Interpol?

Interpol no ha reaccionado a tiempo ante el aumento de las irregularidades estatales. Si observamos que la cifra de alertas rojas se ha cuadriplicado en la última década, entonces se tendrían que haber aplicado criterios de revisión más exactos. La comisión encargada de comprobar dichas alertas debe disponer de más personal. Por ejemplo, solo se debería poder solicitar una alerta roja por un nuevo asunto y no como en el caso de Akhanli, quien en Turquía resultó absuelto de la misma acusación por la que fue detenido en España. Pero es un hecho que a Akhanli, como ciudadano alemán en España, se le ha prohibido regresar a su propio país. Si se confirma que Turquía y, hay varios indicios de que es así, ha abusado de Interpol, entonces habría llegado el momento en el que Interpol debería reflexionar sobre aplicar sanciones a Turquía.

¿De qué sanciones estaríamos hablando?

De momento solo se puede excluir a un país, es decir, bloquearle el acceso. Esto significaría que Turquía no podría realizar más alertas rojas.

¿De qué países suelen proceder la mayoría de las alertas rojas más abusivas?

Interpol no lleva una estadística de cuántas alertas rojas son enviadas por un país. Esto es un cambio que yo exijo, pero sí sobre las personas más afectadas por dichas alertas abusivas. En primer lugar se halla Rusia y después Ucrania. Turquía se halla en el puesto número diez. Es decir, que en esos países la población teme sobre todo que su propio país haga un uso abusivo de las alertas rojas.

Bernd Fabritius es diputado de la CSU en el Bundestag y edelegado del Consejo Europeo para el uso abusivo del sistema de Interpol.

Roman Gorachenko (RMR/ER)