¿Cómo es la vida de las personas negras en Alemania?
25 de mayo de 2020Hace unos días, tras comprar alimentos en Arnimplatz, en el distrito berlinés de Prenzlauer Berg, observé una escena que no es poco común en la capital alemana. Un hombre se había desmayado. Quizás había ingerido demasiado alcohol o drogas. Dos policías intentaban levantarlo de la acera. Al pasar, noté a un tercer policía. Era negro. Sonreí levemente, mientras lo miraba una vez más. Afortunadamente, me devolvió la sonrisa, así que no fue incómodo. Era la primera vez que veía a un policía negro en Berlín.
Veo personas negras en muchos lugares de la capital alemana, pero rara vez las encuentro trabajando en roles orientados al cliente, que les permitan interactuar directamente con el público. Sus roles tienden a ser menos visibles, limitados a las cocinas o los baños de restaurantes.
El hecho de que los negros estén sobrerrepresentados en trabajos de bajos salarios es un ejemplo de racismo estructural e institucional, señala Poliana Baumgarten, una cineasta alemana y afrobrasileña, cuyo trabajo aborda el racismo y la discriminación: "Simplemente muestra que ni siquiera hay una oportunidad para que las mujeres negras obtengan empleos donde experimentarían alguna forma de dignidad", agrega.
Falta de datos obstaculiza esfuerzos antidiscriminación
La discriminación racial ha aumentado en Alemania. Según la Agencia Federal contra la Discriminación, la cifra absoluta de incidentes racistas denunciados crece más rápido que otras formas de discriminación. Si se revisan las estadísticas oficiales de delitos, hubo casi un 20% más de ataques racistas en 2018 que en 2017. Sin embargo, faltan datos que permitan a la agencia ver cómo el racismo afecta a grupos específicos de personas. Alemania no recopila información sobre el color de la piel o la etnia.
Eso es un problema, afirma Daniel Gyamerah, que investiga sobre racismo. "Son vistos como negros y experimentan el racismo contra las personas negras, pero no hay investigaciones al respecto", explica. "Los políticos se fijan en los números", dice, e insiste en que se necesitan más evidencias de racismo para lograr que quienes diseñan políticas actúen.
Se calcula que más de 1 millón de personas afrodescendientes viven en Alemania. Y los activistas contra la discriminación quieren entender mejor sus vidas y sus experiencias de racismo. A Gyamerah se le ocurrió la idea que ahora se traduce en el primer Afrocenso de Alemania. La encuesta podría ayudar a arrojar luz sobre cómo es ser negro en este país hoy.
"Nuestro objetivo no es diferenciar a los negros de otras etnias o comunidades, es mostrar que hay intersecciones", dice, y señala cómo otras categorías sociales, como el género o la religión, pueden cambiar la forma en que una persona negra experimenta discriminación.
El Afrocenso, financiado por la Agencia Federal contra la Discriminación, recopilará datos demográficos estándar (edad, género, discapacidad) y experiencias de discriminación. También preguntará a los encuestados sobre su participación económica, compromiso cívico y expectativas frente a los legisladores.
"Los datos nos permitirán abordar el tema de la discriminación en el discurso público en Alemania, porque la harán más visible", dice el portavoz de la agencia, Sebastian Bickerich.
Legado del Tercer Reich
Es imposible hablar de racismo en Alemania sin mencionar el nacionalsocialismo. Los efectos del período nazi en la sociedad alemana aún persisten. Y algunos expertos atribuyen la incapacidad del país para abordar adecuadamente el racismo en el discurso público de hoy como una respuesta a la comprensión de la llamada "raza” o etnia durante el Tercer Reich.
Existe la idea de que "al reconocer diferencias étnicas, se las estás promoviendo", dice Sarah Chander, activista de justicia social con sede en Bruselas. Ella cree que los políticos deben familiarizarse con la mirada de las organizaciones antirracistas sobre estos temas, para hacer frente a la discriminación.
"Necesitamos reconocer las diferencias sociales que se nos atribuyen con la etnia", dice Chander, cuyo trabajo le ha dado una visión general del problema en toda Europa. "No podemos esperar que esas diferencias no existan si no hablamos de ellas", enfatiza.
Daniel Gyamerah estaría de acuerdo. "Debido al nacionalsocialismo y la responsabilidad insondable de toda la sociedad, en relación con el nazismo y lo que hicieron nuestros antepasados, a menudo se descuidan las consecuencias del colonialismo alemán", precisa.
Gyamerah señala al colonialismo y al nacionalsocialismo como elementos de una "continuidad racista". El primer genocidio del siglo XX está vinculado a Alemania. Decenas de miles de nama y herero fueron asesinados en el suroeste de África (ahora Namibia y entonces territorio alemán), luego de rebelarse contra el dominio colonial. Y aunque varios políticos alemanes han reconocido el genocidio, la disculpa oficial sigue pendiente. Numerosas calles del país todavía llevan los nombres de individuos que muchos considerarían asesinos en masa.
"El foco está en el nacionalsocialismo porque la responsabilidad colectiva allí es tan grande que es difícil para la sociedad reconocer otros eventos en la historia alemana", explica Gyamerah. Así, "el colonialismo y el racismo antinegro no tienen cabida en el discurso público del país", añade.
¿Cambia Alemania su forma de hablar sobre racismo?
Durante la Cumbre de Integración del país, el mes pasado, la canciller Angela Merkel usó el término schwarz (negro), para preguntarse por qué las personas de ascendencia africana tienen que demostrar que son alemanas incluso cuando nacieron y se criaron aquí. Fue la primera vez en años que un funcionario gubernamental de alto rango usó esa palabra.
"Es un gran alivio que los grupos de personas que en realidad tienen más probabilidades de sufrir discriminación estén siendo nombrados", dice Maureen Maisha Auma, profesora de estudios de infancia y diversidad en la Universidad de Magdeburgo. "Durante mucho tiempo, fue un tabú porque [el racismo] se combinó con la xenofobia, que en cierto sentido también culpa a la persona que está siendo discriminada", explica.
La mención de la canciller alemana, que se hizo rápidamente viral, dio un espaldarazo a los llamados de académicos como Auma, que han hablado repetidamente sobre el racismo antinegro. "La forma en que vemos el mundo, porque lo navegamos en un cuerpo negro, ha comenzado a adquirir un significado" en Alemania, dice Auma.
Aunque los alemanes han reconocido que el racismo es un problema, "todavía tienen reservas acerca de tener ciertos grupos de personas a su alrededor", asegura Sebastian Bickerich. El examen de cómo esas reservas afectan a los negros en el país podría comenzar con el Afrocenso, que se lanza en mayo en tres idiomas: alemán, inglés y francés. Las personas ya pueden inscribirse para recibir la encuesta en línea. Sus iniciadores quieren que los resultados, que se publicarán a fines de año, estimulen a los encargados de formular políticas a actuar.
Pero para la población negra y mestiza de Alemania, será más que solo números, subraya Daniel Gyamerah: También será una oportunidad para obtener información sobre cómo lidiar con la discriminación.
(rml/cp)
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