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Bush y Olmert apuestan por Abbás

ER/AK19 de junio de 2007

Los gobernantes de Estados Unidos e Israel reiteraron su apoyo a Mahmud Abbás, manteniendo la estrategia de aislar a Hamás. Una estrategia errada, según el director del instituto Giga de Estudios sobre el Medio Oriente.

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Coincidencias en Washington.Imagen: AP

Reunidos en Washington, George Bush y Ehud Olmert parecen haber concertado una estrategia clara: respaldar al presidente palestino Mahmud Abbás y premiar su actitud moderada con apoyo concreto para el gobierno por él instaurado bajo las reglas del estado de excepción. En la práctica, eso se traducirá según lo previsto en una reanudación de la ayuda directa para la administración del nuevo primer ministro Salam Fayad que, de facto, sólo gobierna en la región autonómica de la Cisjordania. Pero ¿y la franja de Gaza? Poco y nada se dice al respecto. Sólo que no se olvidará a la población de esa zona, actualmente bajo control del movimiento radical Hamás.

"Hamastán" y "Fatahstán"

Hablar en estas circunstancias de acelerar el proceso con miras a la instauración de un Estado palestino independiente, como lo han hecho los gobernantes de Estados Unidos e Israel, parece por lo menos ilusorio. Ignorar la realidad consumada en Gaza no promete frutos de paz. Igualmente poco promisoria parece la estrategia de marginar a Hamás mientras se relanza la ayuda y el diálogo con Fayad. La consecuencia bien podría ser cimentar la división política de facto entre los territorios palestinos, catapultando de paso el objetivo de un Estado propio a un futuro más incierto de lo que ya era.

La actual situación es resultado de la fallida estrategia de aislar a Hamás, a juicio de Udo Steinbach, director del instituto GIGA de Estudios del Medio Oriente. "Al ponerse contra Hamás, Estados Unidos e Israel despojaron de legitimidad a los esfuerzos sauditas de mediar entre las facciones palestinas", indica el experto. El resultado es lo que vemos: dos territorios palestinos políticamente divididos, que ya se da en llamar con ironía "Hamastán" y "Fatahstán".

No hay receta

Según Steinbach, "para lograr la paz entre israelíes y palestinos se requiere un plan claro". Y éste no puede consistir en tratar de llevar adelante negociaciones sólo con el presidente Abbás y el gobierno de emergencia, ya que "la Cisjordania no es una entidad política". El analista da por sentado que Hamás torpedeará cualquier negociación entre Israel y Fatah, al margen de que la población palestina podría interpretar cualquier acuerdo al que se llegara como una "traición".

En suma, las perspectivas siguen siendo sombrías en el Medio Oriente. Aunque algunos ven en la nueva situación también una oportunidad, al identificar interlocutores aceptables al menos en uno de los bandos palestinos, lo cierto es que de poco sirve eso, si no representan a todo el pueblo.