Bush en Alemania: “No lamento la guerra en Irak”
11 de junio de 2008„No lamento la guerra en Irak. Saddam Hussein ya no está en el poder, y el mundo es hoy más seguro". Con estas frases pronunciadas en Alemania, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, resumió su posición en uno de los puntos que causaron mayor tensión entre su país y Europa a lo largo de los ocho años que el mandatario estuvo al frente de la Casa Blanca.
El ejército de Estados Unidos, afirmó, "se encuentra en Irak con la autorización de un gobierno soberano" y persigue el propósito de garantizar el establecimiento de una democracia estable.
Tales palabras, como casi todas las que pronuncia Bush durante el viaje que realiza por países europeos, suenan a testamento político. Pero también ha habido lugar para la noticia pura y dura. Luego de la reunión que sostuvo en Meseberg con la canciller alemana, Angela Merkel, el mandatario estadounidense rechazó que su país planee establecer bases militares permanentes en Irak.
En este mismo tema, Merkel dijo que su país y Estados Unidos comparten el elemental interés de lograr la estabilidad en Irak. "Alemania participa con agrado en la reconstrucción económica y civil de la sociedad iraquí", apuntó una canciller, más distante de Bush que en otras ocasiones.
Inusual autocrítica
La firmeza exhibida en Alemania por el presidente de Estados Unidos, al referirse al tema de Irak, contrastó con la impresión de humildad que externó en otros foros europeos. Entrevistado por el diario británico The Times, Bush lamentó las profundas divisiones internacionales que durante su mandato causó la guerra en Irak.
"En retrospectiva, pienso que podría haber utilizado otro tono" al mencionar el tema de Irak, dijo el mandatario. Esta retórica "pudo hacer pensar a muchos que no soy un hombre de paz", agregó.
También llamó la atención el anuncio en cuanto a que Estados Unidos entablará negociaciones este mismo año con otras potencias, a fin de establecer metas precisas para la disminución de las emisiones de dióxido de carbono.
"Se trata de un ejercicio autocrítico que hasta el momento no conocíamos", apuntó a agencias informativas Alexander Skiba, de la Sociedad Alemana para la Política Exterior.
Salvar la imagen
Pero muchos europeos consideran que las sorpresas que Bush traía en la maleta de su gira responden a un deseo de dejar la mejor imagen posible en el Viejo Continente, tras los ocho años de su presidencia.
El propio Bush ha dejado en claro que ya se prepara para entregar la Casa Blanca a John McCain o a Barack Obama. Por ejemplo, manifestó confianza en que su sucesor, "luego de analizar lo que funciona y lo que no funciona al tratar con Irán, mantendrá la política actual".
Acerca de la situación en Oriente Próximo, consideró que en los meses que restan a su mandato se alcanzarán acuerdos básicos para el establecimiento de un Estado palestino. En su diálogo con The Times fue más específico. "Además, esperamos entregar una serie de estructuras que facilitarán la tarea al próximo presidente", dijo Bush.
La gira europea del presidente de Estados Unidos continuará por Italia, El Vaticano, Francia y Gran Bretaña.