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Informe inflamable

28 de octubre de 2011

En 2009, decenas de civiles murieron en Afganistán cuando un coronel alemán ordenó destruir dos camiones de combustible secuestrados por talibanes. La investigación del caso ha concluido con dictámenes contrastantes.

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El Ejército alemán habla de 91 muertos, pero otras estimaciones superan ese saldo notablemente.Imagen: AP

Este jueves (27.10.2011), los miembros de la comisión del Bundestag creada para investigar los acontecimientos del 4 de septiembre de 2009, en los que decenas de civiles murieron en la provincia afgana de Kunduz tras un ataque aéreo de la OTAN, dieron por concluidas las averiguaciones sin haber llegado a un consenso que obligue a los militares involucrados en la maniobra y a los políticos que estaban al tanto de lo ocurrido a asumir responsabilidad por las víctimas mortales del bombardeo.

Hace dos años, el coronel alemán Georg Klein ordenó al piloto de un avión de combate estadounidense que destruyera dos camiones de combustible secuestrados por talibanes armados. Los habitantes de varios pueblos cercanos se habían acercado a los vehículos con la intención aparente de abastecerse de gasolina; muchos de ellos perdieron la vida. Las Fuerzas Armadas alemanas hablan de 91 muertos y 11 heridos, pero otras estimaciones superan ese saldo notablemente.

Los investigadores –diputados de todos los partidos representados en el Parlamento alemán– se dedicaron durante dos años a leer informes, interrogar a testigos y sopesar las circunstancias atenuantes o agravantes del caso. De que esta última era una tarea delicada nunca cupo duda; cuando salió a la luz que fue un coronel alemán quien ordenó el ataque aéreo y que tanto militares como políticos alemanes habían intentado ocultar las muertes de civiles afganos, el escándalo se convirtió en un asunto de política interior muy serio.

Una investigación, conclusiones discordantes

En aquel momento, el “caso Kunduz” causó conmoción en el seno de la OTAN y le costó el cargo tanto al entonces ministro alemán de Defensa, Franz-Josef Jung, como al inspector general del Ejército, el militar de más alto rango en las Fuerzas Armadas alemanas. Poco después se creó el gremio parlamentario que terminaría interrogando a dos ex ministros, a un ministro en funciones y a otros funcionarios públicos y militares. La interpelación del coronel Klein se habría convertido en un gran evento mediático si a la prensa no se le hubiera prohibido el acceso.

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La CDU, la CSU y el FDP opinan que al coronel Klein no se le puede hacer reproche alguno.Imagen: AP

El cuestionario al que fue sometida la canciller, Angela Merkel, acaparó la atención nacional, pero aportó muy poco a la investigación. ¿Qué llevó al coronel Klein a dar la orden que emitió? ¿Por qué intentaron algunos políticos y militares ocultar las muertes que causó el ataque aéreo? ¿Exactamente cuándo se enteraron los integrantes del Gobierno de lo acontecido? 79 sesiones fueron necesarias para que los diputados a cargo de las indagaciones reunieran la información pertinente y dieran respuesta a estas y otras incógnitas.

Con todo y eso, las conclusiones a las que arribaron no podrían ser más discordantes. Los partidos que conforman el Gobierno de coalición –Unión Demócrata Cristiana (CDU), la Unión Social Cirstiana de Baviera (CDU) y el Partido Liberal (FDP)– opinan que al coronel Klein no se le puede hacer reproche alguno y que siempre actuó de buena fe. El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) tampoco condenó a Klein, aunque tachó de errada su decisión de ordenar la voladura de los camiones de combustible.

¿Faltó imparcialidad en las averiguaciones?

“Está claro que se cometieron varios errores concatenados”, señaló el socialdemócrata Rainer Arnold. Otros partidos de oposición se pronunciaron con mayor dureza, enfatizando que aún si fuera cierto que Klein no se había percatado de la presencia de civiles alrededor de los vehículos en cuestión, el coronel habría debido efectuar una tarea de reconocimiento más efectiva y apegarse en todo momento a las reglas de la OTAN. Tanto La Izquierda como los Verdes han hecho hincapié en que el ataque aéreo ordenado por Klein violó el derecho internacional.

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La Izquierda y los Verdes enfatizan que el ataque aéreo ordenado por Klein violó el derecho internacional.Imagen: AP

Inge Höger, del partido La Izquierda, desestimó por completo el argumento mediante el cual Klein y sus superiores han justificado el bombardeo; ellos alegan que el campamento del Ejército alemán en el Kunduz corría el riesgo inminente de ser atacado por los talibanes que secuestraron los camiones de combustible. Pero, así como las declaraciones de los militares han sido puestas en entredicho, también el trabajo de los investigadores ha sido criticado en más de una ocasión por su aparente falta de imparcialidad.

Los diputados de la oposición llegaron a decir que los oficialistas no tenían interés en esclarecer la situación porque los resultados hablarían muy mal de sus camaradas. Por su parte, la CDU, la CSU y el FDP le recriminaron a la oposición la presunta instrumentalización de la comisión investigadora como arma política contra la coalición de Gobierno, subrayando que lo que buscaba era dañar la imagen de su “estrella”, el ex ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg. También zu Guttenberg salió mal parado de los interrogatorios por las declaraciones contradictorias que hizo sobre el ataque aéreo en Kunduz.

Autores: Nina Werkhäuser / Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas Sasse