Se necesitan maestros jóvenes
19 de mayo de 2012Alto y delgado, con un corte de hongo, una barba y lleno de idealismos: así describe Thomas Helion los comienzos de su carrera como maestro a mediados de los años 70 del siglo pasado. Hoy, tiene el cabello encanecido y no tardará en jubilarse. "En aquel entonces, yo estaba convencido de que uno podía cambiar el mundo en la escuela", cuenta el pedagogo que desde hace varios años enseña alemán y ciencias sociales en la escuela integrada Frida-Levy en Essen. Helio fue estudiante durante el movimiento de protesta del 68 que lo marcó de por vida. Entonces, en las universidades y escuelas imperaba un ambiente de euforia.
Generaciones de alumnos surgidos de una alta tasa de natalidad colmaban los salones de clase, además tuvo lugar la expansión de la educación, que abrió la llamada "educación de elite" a las masas. Continuamente, se construían nuevas escuelas y se planeaban salones de clase más pequeños para aumentar la eficacia del aprendizaje, en resumen: se contrató a mucho personal. Pero luego la euforia educativa cesó.
La píldora vació los salones de clase
"Hasta muy avanzados los años ochenta, mis estudiantes salían llorando del examen porque 'solo' habían obtenido una calificación buena en vez de una excelente", cuenta el profesor de Ciencias Educativas e investigador de escuelas de Essen Klaus Klemm. ¿Qué había sucedido? La caída de la tasa de natalidad debida a la píldora anticonceptiva había alcanzado las escuelas: después de la generación del "boom de bebés" de los años 60, Alemania presenció una fuerte disminución de nacimientos. De repente, sobraban los maestros y, en consecuencia, escaseaban los puestos de trabajo para los pedagogos. Hasta los alumnos más destacados de su generación no encontraban empleo. Klemm afirma que ese fenómeno es una particularidad de Alemania.
"Hoy en día, en el contexto internacional, los maestros alemanes son el grupo con el promedio más alto de edad", dice Klaus Klemm. Según él, esto se debe a la "fuerte caída de nacimientos" que, a nivel mundial, casi no se iguala. Solo en Japón, el investigador de educación observa un sobreenvejecimiento parecido del profesorado. "En Europa, no conozco otros países donde esto se dé tan extremadamente", acentúa Klemm.
400.000 maestros se retirarán en los próximos años
Durante muchos años, la generación de maestros de Thomas Helion no se renovó, ya que apenas se contrataba a maestros jóvenes. Pronto, Helion se jubilará, más o menos dentro de un año. A nivel federal, uno de cada dos maestros se retirará en los próximos 10 a 15 años, esto equivale a 400.000 maestros.
De repente, los maestros vuelven a ser contratados a una velocidad récord. Actualmente, hay más puestos libres que pedagogos con formación académica. Los jóvenes maestros con las mejores posibilidades para encontrar empleo son los que se formaron en las materias de ciencias naturales y matemáticas. Alumnos que durante años habían tenido maestros que hubieran podido ser sus abuelos, ahora, trabajan con maestros de solo pocos años más que ellos mismos y que comparten sus intereses sobre todo en cuanto a Internet, computadoras y redes sociales.
Los maestros jóvenes traen nuevos impulsos
Durante los últimos años, también se han venido integrando muchos colegas jóvenes al trabajo de la escuela Frida-Levy. Los alumnos se muestran contentos. En el patio de la escuela, algunos escolapios del cuarto grado cuentan que los maestros más viejos, muchas veces, están desmoralizados y agobiados por el trabajo. "Creo que a los maestros les da migraña si ya tuvieron tantos grupos de los alumnos que no se portaron muy bien", opina una niña de cabello largo y rubio. Los niños notan claramente los nuevos impulsos que traen los jóvenes colegas motivados. En cambio, los maestros más viejos son más estructurados en su trabajo y tienen más experiencia, añade otro niño.
De ahora en adelante, los colegas tendrán que cooperar y construir un puente entre los viejos y los jóvenes. Hace falta la generación entre los que tienen más de 50 años y los que tienen menos de 35 años de edad. En las escuelas es un gran reto pasar la experiencia, los consejos y trucos de los viejos a los jóvenes. Además, han cambiado los requisitos para los maestros: en tiempos de Klemm, aproximadamente un siete por ciento de una generación asistía a la escuela de educación secundaria, hoy en día, son más del 40 por ciento. Por ello, los maestros tienen que manejar grupos con alumnos con un nivel de rendimiento y un comportamiento social muy distinto.
La enseñanza cara a cara queda en el pasado
Aquí, la "individualización" es la palabra clave para ayudar a los alumnos adecuadamente, tomando más en cuenta el potencial y la debilidad de cada uno. La enseñanza frontal en la cual el maestro daba sus clases parado frente al pizarrón pertenece al pasado. En su lugar, los alumnos son alentados para estudiar de manera independiente.
Este es un gran desafió para los planes de estudio de las universidades. Los jóvenes pedagogos, recién graduados, saben mucho del "fomento individual", pero solo en teoría. Klaus Klemm critica que la formación académica es muy teórica. Así, el comienzo práctico es un cambio brusco para los nuevos maestros.
Se repite la historia
Jan Buddeberg es uno de ellos. Durante dos años fue profesor en la escuela Frida-Levy. Ahora, está buscando trabajo como maestro de matemáticas y filosofía. Con estas materias, tiene buenas posibilidades de ser contratado como maestro fijo por la escuela de Essen. Durante su práctica, Buddeberg aprendió mucho de sus colegas mayores, sobre todo en relación al trato de niños de comportamiento difícil. "Los colegas me enseñaron muchos trucos y me transmitieron muchas habilidades, que no había aprendido en las universidades", cuenta. Por ejemplo, cómo motivar a los alumnos que no se pueden concentrar fácilmente, que no quieren aprender o a alumnos inquietos.
En el futuro, maestros como Buddenberg pasarán su conocimiento a colegas más jóvenes, así se repite la historia. Dentro de aproximadamente 20 años, nuevamente, no habrá vacantes en las escuelas. Klaus Klemm profetiza que para entonces otra vez dejarán de contratar a nuevos expertos. Y otra vez, una generación casi completa se retirará de una vez.
Autora: Sola Hülsewig/ Violeta Campos
Editor: Enrique López