“Brexit”: una comedia de Monty Python, pero menos graciosa

El jefe del Gobierno holandés, Mark Rutte, comparó a Theresa May con el "Caballero Negro” de un sketch del grupo Monty Phyton. Su rival le corta, sucesivamente, los brazos y las piernas, y él exclama al final: "¡Digamos que es un empate!” La primera ministra británica ha sufrido una devastadora derrota, pero sigue dando sablazos sin ton ni son. El "brexit” se ha convertido en una comedia, solo que menos graciosa.

Estrategia fallida

Como un rayo golpeó el dictamen del presidente de la Cámara de los Comunes, quien echó un profundo vistazo a la historia y determinó que no se puede someter a votación una y otra vez la misma propuesta. De este modo, con pocas palabras, desbarató la estrategia de Theresa May. Efectivamente, en una especie de campaña de desgaste, la primera ministra había planeado volver a presentar el tratado del "brexit” al Parlamento. Previendo otra derrota,  pretendía intentarlo una vez más la próxima semana, tres días antes de la fecha oficial del "brexit”, prevista para el 29 de marzo. El desparpajo de esta estrategia, la irresponsabilidad y el cínico trato dado al Parlamento marcan un nuevo clímax en la movida historia del "brexit”.

John Bercow puso coto momentáneamente a este juego. May podría no obstante pedir una votación, si contara con los votos suficientes. Pero carece de la mayoría necesaria para ello, al igual que para una salida ordenada de la Unión Europea.

Curiosa alianza

Tras la intervención de Bercow, May cayó en el mutismo. Uno pensaba que debía pronunciarse y explicar cómo continuaría el asunto. Pero nada. En su lugar, su portavoz se limitó a decir que ella pedirá una prórroga a la UE.

En esta situación, se ha producido una extraña alianza entre los partidarios del "brexit” más duros y los europeístas. Estos últimos tienen la esperanza de que, después de todo,  se lleve a cabo un segundo referéndum y se pueda evitar la debacle. Los halcones conservadores ven, por su parte, dos oportunidades: esperan que, mientras más se prolongue el tiempo suplementario para el "brexit”, más fácil les sea desbancar a Theresa May. La frustración por su incapacidad produce entretanto tercianas a tories de todas las facciones. Además, muestran abiertamente su alegría por el hecho de que, durante la prórroga, tendrán más posibilidades de chantajear desde dentro a Bruselas y a los países de la UE. Piensan que podrían interponer continuamente vetos contra todo, paralizar la maquinaria y obtener así de la UE lo que quieran.

No se trata de planes secretos. Algunos tories hablan abiertamente de eso en entrevistas.  Son "destructores”, que apunta sobre todo al caos y al colapso del sistema. La UE debe prevenirlo y establecer suficientes restricciones al período de prórroga para los británicos.

Los últimos días de Roma

El desplome de la clase política y las instituciones democráticas ha avanzado tanto en Londres que Theresa May recuerda entretanto al emperador Nerón ante las ruinas de Roma. Solo que ella no puede cantar ni tocar un instrumento, sino solo mascullar "el ‘brexit' es el ‘brexit'”. El hecho de que se haya quedado hace poco afónica es banal, pero constituye, a pesar de todo, una metáfora de la situación.

Theresa May ha sometido a su país a un loco paseo en la montaña rusa, a cuyo término solo hay mareo y desorientación. Cuando se han agotado todos los superlativos para describir una política descarriada, solo queda la risa.

(er/cp)

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