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Brasil: “Senadores han abusado de su poder”

Jean Struck30 de agosto de 2016

Analistas alemanes consultados por DW expresaron críticas a la forma como el juicio político ha sido instrumentalizado por los oponentes de Dilma Rousseff y coinciden en que se ha “abusado” del mecanismo de destitución.

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Imagen: Reuters/P. Olivares

Durante el proceso de impeachment, los críticos de Dilma Rousseff han presentado argumentos para reforzar la acusación de que cometió un delito conexo con la responsabilidad de su gestión. Dilma y sus aliados trataron de convencer a la población de que el proceso no pasaría de ser una especie de golpe parlamentario.

"La forma en la que se ha llevado a cabo el proceso evidencia un abuso del mecanismo de juicio político. Varios informes han demostrado que la presidenta no cometió ningún delito en el ejercicio de sus funciones. Ya otros presidentes habían presentado cifras de impuestos no reales. La única diferencia es que Rousseff lo hizo a mayor escala”, dice Kai Michael Kenkel, investigador del Instituto alemán de Estudios Globales y Regionales (Giga), con sede en Hamburgo.

“Usarlo de esta manera es un abuso”

Para Thomas Manz, director de la Fundación Friedrich Ebert en Brasil, vinculada al alemán Partido Socialdemócrata (SPD), el proceso, a primera vista, respeta los trámites de las instituciones democráticas. El problema, agrega, es que “los diputados y senadores no están realmente interesados ​​en la acusación, sino en deshacerse de Dilma” y concluye que “el proceso de juicio político es un mecanismo legítimo en una democracia, pero usarlo de esta manera es un abuso”.

Manz también critica la postura pública de muchos senadores. "Durante esta fase del proceso, los senadores deben comportarse como jueces, o como un jurado que debe intentar algo de neutralidad. Para ello tendrían que haber escuchado los argumentos y sacar sus propias conclusiones. Eso no fue lo que sucedió. Muchos andaban dando su opinión y afirmando que ya todo estaba decidido. Asumieron una postura contra la presidenta desde el comienzo. Como en un juego”, critica Thomas Manz.

Michael Kenkel está de acuerdo en que “a los senadores no les ha importado la acusación de delito de la responsabilidad ya que sólo buscan un pretexto”. Por supuesto, que “este no es un golpe de Estado en el sentido militar de la palabra, como ha ocurrido antes”, agrega Kenkel. Muchos analistas serios en Brasil sostienen que el proceso se ha llevado a cabo respetando las instituciones, lo que muestra que la democracia se está fortaleciendo.

Frágil base jurídica de la acusación

Pero desde el punto de vista de muchos observadores internacionales, basados ​​en democracias consolidadas, como Alemania, lo de Brasil se ve como un paso atrás. “El hecho de que el proceso se rija por las formas institucionales no significa que sea legítimo. Es difícil precisar estas cosas en un ambiente polarizado. Criticar el proceso no significa apoyar al Partido de los Trabajadores (PT)", señala Kenkel.

A pesar de la frágil base jurídica de la acusación, todo indica que la votación ya está decidida. Kenkel termina concluyendo que "se puede predecir que Dilma será derrotada. Al igual que ocurrió en la Cámara, el Senado también ha sido reticente a aceptar los hechos y fundamentos jurídicos que exculpan a Rousseff “.