Brasil: senador Pinto no será devuelto a autoridades bolivianas
29 de agosto de 2013
El estar asilado le juega a favor al senador boliviano Roger Pinto, quien salió ilegalmente desde la embajada brasileña en La Paz y se encuentra en Brasil, hasta donde llegó con ayuda de diplomáticos del gigante sudamericano, en un conflicto que le costó el cargo al ministro de Relaciones Exteriores de Dilma Rousseff, Antonio Patriota.
Este jueves (29.08.2013), el subprocurador general de Brasil, Rodrigo Janot, dijo que Pinto puede ser juzgado por los delitos de corrupción que se le imputan en Bolivia, pero no “devuelto” como exige el presidente Evo Morales. “Uno no devuelve a una persona en el estatus en que él se encuentra. No veo la posibilidad de extradición mientras dure el asilo”, dijo Janot.
La noche del miércoles 28 de agosto, el presidente boliviano solicitó a Brasil que devolviera a Pinto y exigió explicaciones a Dilma Rousseff sobre el operativo que permitió la salida del senador de territorio boliviano. “Si Brasil condena el hecho, lo que toca ahora es devolver a Roger Pinto para que se someta a la justicia de Bolivia”, dijo Morales. “Sería la mejor forma de contribuir en la lucha contra la corrupción”, añadió el jefe de Estado.
Deprimido y hablando de suicidio
El senador Pinto llevaba casi 15 meses refugiado en la embajada brasileña en La Paz. Brasil le había dado asilo a mediados del 2012, pero Bolivia le negó un salvoconducto para salir del país. El encargado de negocios de la embajada brasileña, Eduardo Saboia, dijo que decidió sacar a Pinto de Bolivia porque estaba deprimido a causa del encierro y amenazaba con suicidarse. Añadió que actuó por su cuenta, sin la autorización de sus jefes en Brasilia.
Su participación en el hecho le costó también el cargo a Saboia, mientras que el exembajador de Brasil en Bolivia, Marcel Fortuna Biato, fue oficialmente retirado del cargo, y no asumirá la jefatura de la representación del país sudamericano en Suecia, pese a que el gobierno de Estocolmo ya había concedido en junio su acuerdo.
Morales recordó que Pinto “no es ningún perseguido político, sino un delincuente” y lamentó el uso de vehículos diplomáticos en el operativo que sacó del país al parlamentario. “Yo respeto, admiro a Brasil, un país que lidera la región con su desarrollo”, dijo Morales. “Siento que tiene que dar una buena imagen al mundo respetando los convenios internacionales y luchando contra la corrupción”.
Pinto es acusado por incumplimiento de deberes, contratos lesivos al Estado, corrupción pública, sedición, asesinato de campesinos en 2008, desmonte en Pando (departamento del que fue gobernador), y delitos económicos, entre otros. El tema será debatido por Rousseff y Morales en la cumbre de Unasur en Surinam, este viernes (30.08.2013).
DZC (dpa, Reuters)