Brasil recauda US$ 2.000 millones en subasta petrolera
18 de diciembre de 2021Brasil recaudó casi 2.000 millones de dólares el viernes (17.12.2021) con la subasta de dos grandes bloques petroleros que atrajo ofertas de firmas internacionales como Total y Shell.
"Tuvimos un resultado extraordinario para Brasil que superó nuestras expectativas", dijo en un comunicado Ricardo Saboia, director general de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP).
Los dos bloques en aguas ultraprofundas bajo una gruesa capa de sal (presal), Sepia y Atapu, ubicados en las costas de Rio de Janeiro (sureste), ya habían salido anteriormente a subasta a finales de 2019, pero no habían encontrado compradores.
Las pujas de hace dos años, presentadas como "históricas", recaudaron 17.000 millones de dólares en lugar de los 26.000 millones esperados. Las grandes empresas extranjeras no participaron.
Para atraer inversionistas, el gobierno redujo en un 70% el precio a pagar por los derechos sobre los dos bloques. Finalmente se subastaron por 11.140 millones de reales (unos 1.955 millones de dólares).
Esta vez "hubo competencia (...) fueron cinco empresas vencedoras, lo que amplía la diversidad del escenario de exploración y producción del presal brasileño, trayendo aún más dinamismo para el sector", se congratuló Saboia.
Como en subastas anteriores, la estatal brasileña Petrobras fue la más activa, desembolsando un total de 4.200 millones de reales (unos 750 millones de dólares).
Entre las grandes firmas extranjeras, el grupo francés Total se destacó al formar parte de los dos consorcios ganadores, por un total de 2.900 millones de reales (unos 510 millones de dólares).
El gigante anglo-holandés Shell obtuvo derechos sobre parte de los dos bloques, al pagar 1.000 millones de reales (unos 180 millones de dólares).
En el bloque Sepia, el más grande de los dos, también se interesaron Malasia Petronas y Qatar Petroleum, que gastaron 1.490 millones de reales (unos 260 millones de dólares) cada uno.
ONG ambientalistas y las asociaciones de pescadores protestaron contra las pujas por considerar que la producción de crudo en aguas ultraprofundas representa una amenaza a la biodiversidad marina.
Según expertos, estos podrían ser los últimos campos 'presal' que Brasil oferta, dada la creciente renuencia del mundo a depender de combustibles fósiles contaminantes y la presión sobre la industria energética para transitar hacia energías alternativas.
gs (afp, efe)