Brasil opta por la continuidad
1 de noviembre de 2010Los brasileños optaron por la continuidad. Dilma Rousseff, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT), obtuvo este domingo el 56 por ciento de los votos válidos, superando ampliamente al candidato conservador José Serra. La hija de un inmigrante búlgaro, que en los años 70 luchó contra la dictadura militar, asumirá en enero de 2011 la presidencia del quinto país más grande el mundo.
Su principal tarea será la de proseguir con la política de crecimiento de su antecesor, que este año posiblemente arroje un crecimiento del PIB de más de un 7 por ciento. Se prevé incluso que en los próximos años Brasil llegue a convertirse en la quita potencia económica mundial.
“Dilma fue elegida claramente como la candidata de la continuidad y ha asumido también el papel de proseguir con la actual política de gobierno”, indica el antiguo director de la Fundación Heinrich Böll (allegada al partido alemán de Los Verdes) en Río de Janeiro, Thomas Fatheuer.
Exitosa política social
También se espera que la nueva presidenta continúe con la política social de Lula, entre cuyos principales elementos se cuenta el programa Bolsa Familiar. Éste otorga un subsidio de hasta 90 euros al mes a cerca de 12 mil familias de escasos recursos.
Programas sociales como ése y la buena situación económica del país abrieron en los últimos años a muchos brasileños una vía para salir de la pobreza. De acuerdo con un estudio de la fundación Getulio Vargas, 29 millones de personas forman ahora parte de una nueva clase media. Para muchos electores, el progreso social fue un factor determinante a la hora de votar, según indican analistas como el politólogo David Fleischer, de la Universidad de Brasilia. “En gran medida votaron por Dilma porque el gobierno de Lula fue exitoso”, afirma, y explica: “Más de 20 millones de personas salieron de la pobreza y esa gente quiere mantener la nueva situación que ha alcanzado”.
Dilma no habría resultado electa sin el respaldo de Lula, que goza de una popularidad de más del 80 por ciento. La nueva presidenta, en cambio, no es demasiado conocida: se sabe que luchó contra la dictadura militar, que estuvo presa y fue torturada. Cuando salió de prisión en 1972, abandonó la lucha armada. Se sabe también que en 2009 tuvo cáncer.
“Lula fue siempre más que el PT”
Dilma Rousseff ingresó al Partido de los Trabajadores en 2001. Por ese entonces era ministra de Energía del Estado de Rio Grande do Sul. La misma cartera ocupó a partir de 2002 en el gabinete de Lula. En 2005 se convirtió en jefa del gabinete.
Su relativamente tardía incorporación al PT, que tiene una fuerte estructura interna, plantea interrogantes acerca del sustento que tendrá en el partido. David Fleischer considera que “no tendrá el mismo poder que Lula para imponer sus ideas dentro del partido. Lula siempre fue más grande que el PT”.
Trabajo no le faltará a la nueva presidenta. Pese a los avances en el plano social, todavía hay muchos brasileños que viven en la pobreza. Otro desafío será el desarrollo de la infraestructura. Para ello, requerirá de todas sus capacidades administrativas.
A diferencia de Lula, sin embargo, Dilma Rousseff no es particularmente carismática. Y eso podría influir también en la imagen de Brasil en el exterior. “Lula no es sólo un político, es una especie de superestrella”, afirma Thomas Fatheuer, destacando su poder de convocatoria y su capacidad de movilizar simpatías y promocionar a Brasil. “Esa no será la fortaleza de Dilma”, opina.
Autor: Alexandre Schossler/ Emilia Rojas
Editora: Claudia Herrera Pahl