Brasil estudia medidas para evitar motines como el de Manaos
3 de enero de 2017Las autoridades brasileñas ordenaron el traslado de los líderes de la masacre de 56 personas perpetrada durante una lucha de bandas en una cárcel de la ciudad amazónica de Manaos, según informaron hoy medios locales. La medida fue ordenada por el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, que viajó en la noche del lunes a Manaos para analizar la situación in situ.
Moraes recordó que el Gobierno liberó recientemente más de 1.000 millones de reales (unos 304 millones de dólares) para crear nuevas plazas en el sistema de prisiones, el cual sufre con graves problemas de hacinamiento. Este dinero, dijo, "permitirá la construcción de 20.000 plazas nuevas, las cuales serán destinadas a los presos más peligrosos". Y propuso tres medidas para evitar episodios similares: instaurar un servicio de inteligencia en los presidios, colocar sistemas de bloqueo de teléfonos móviles en el interior de las cárceles y separar a los presos más peligrosos del resto de reos.
El ministro aseguró también que en el estado del noroeste de Brasil no existe una situación de inseguridad pública. "Hubo una situación dura, muchas muertes dentro del presidio, pero eso no se extrapoló hacia fuera", sostuvo. Alrededor de 200 presos se fugaron de al menos dos cárceles de Manaos en acciones aparentemente coordinadas en torno a la masacre en el COMPAJ. Más de 100 se escaparon de ese penal. Las autoridades señalaron que ya habían podido recapturar a muchos, sin dar cifras concretas. La prensa habla de al menos 40 prófugos recapturados.
Escenario dantesco
Según las primeras investigaciones, un grupo de presos de la organización criminal Familia del Norte (FDN) atacó en el Complejo Penitenciario Anísio Jobim (COMPAJ) de Manaos a integrantes del grupo rival Primer Comando de la Capital (PCC), en la que es considerada la peor matanza ocurrida en una cárcel del estado de Amazonas.
La masacre tuvo lugar entre el domingo y el lunes y estuvo aparentemente relacionada con disputas por el control del narcotráfico. Las autoridades pudieron poner fin al motín sólo tras más de 15 horas a través de una negociación con los presos. Las autoridades regionales pidieron auxilio al Gobierno central debido a la crisis en su sistema penitenciario. "El Gobierno de Amazonas pidió la transferencia. Vamos a identificar a los líderes y atender el pedido lo más rápido posible", citó a De Moraes el diario 'O Estado de Sao Paulo'.
Un juez que participó en la negociación para poner fin a la revuelta, Luís Carlos Valois, describió como "dantesco" el escenario dentro del penal, donde vio cuerpos sin cabeza y extremidades humanas apilados en contenedores. Según el secretario de Seguridad Pública de Amazonas, Sérgio Fontes, los amotinados tiraron al menos seis cuerpos decapitados por encima del muro de la prisión.
LGC (dpa/EFE)