Brasil: el drama de la vacunación
14 de enero de 2021Es un escenario de pesadilla en medio de la pandemia del coronavirus: el director de uno de los más prestigiosos institutos públicos de investigación de Brasil le suplica al gobierno brasileño: "¡Tenemos una excelente vacuna esperando ser utilizada! ¿Por qué no la usamos?"
Coronavac es el nombre de la vacuna que el director del Instituto Butantan de São Paulo, Dimas Covas, presentó por primera vez al público el pasado martes. El renombrado centro de investigación biomédica ha producido la vacuna, que también se utiliza en Indonesia y Turquía, junto con la empresa farmacéutica china Sinovac.
Unos seis millones de dosis de la vacuna producida en China están almacenadas en Butantan, listas para su uso, pero no han sido solicitadas a pesar del aumento de las tasas de infección y el número de muertes. Eso ocurre porque hasta la fecha no ha habido ninguna aprobación oficial para la Coronavac o cualquier otra vacuna contra el coronavirus en Brasil.
La controversia sobre la eficacia
Probablemente esto cambie pronto: El 17 de enero, la agencia nacional de medicinas brasileña, Anvisa, decidirá sobre una aprobación de emergencia. Además de Coronavac, hay otra vacuna sobre la mesa, que la que prefiere el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro: la vacuna AZD 1222, desarrollada por la compañía farmacéutica británico-sueca AstraZeneca.
Después de meses de discusión, el inicio de la vacunación en Brasil está ahora más cerca. En la primera semana de enero, antes de su aprobación, el ministro de Salud de Brasil, Eduardo Pazuello, firmó un contrato con el Instituto Butantan que permitiría la entrega de más de 100 millones de dosis de la vacuna Coronavac a ese Ministerio en el transcurso del año.
Además, dos millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca llegarán de la India en la tercera semana de enero. Según informes de prensa, Rusia también planea solicitar esta semana la aprobación rápida de su vacuna Sputnik V en Brasil.
La controversia sobre la "vacuna china" es solo una parte del drama de la vacunación en Brasil, que ha degenerado en una lucha de poder. El presidente brasileño, que tiene una profunda enemistad política, no solo con China, sino también con el gobernador del estado de São Paulo, João Doria, rechazó repetidamente la vacuna por considerarla ineficaz.
China, el enemigo
"Cincuenta por ciento de efectividad, ¿es eso realmente bueno?", preguntó Bolsonaro a sus partidarios en Brasilia, a principios de esta semana. El director de Butantan, Dimas Covas, contrarrestó con hechos durante el lanzamiento de la vacuna. La tasa de eficiencia del 50,38% se aplica a un curso leve de la enfermedad, sin tratamiento médico. En el caso de un curso moderadamente severo de la enfermedad, que requiere atención médica, la tasa de eficiencia se eleva al 78%.
Pero no solo las dudas sobre "la vacuna china", como llama Bolsonaro a Coronavac, sino el escepticismo general del presidente sobre las vacunas se ha extendido ahora a grandes sectores de la población brasileña. Por ejemplo, Bolsonaro, que ya padeció el coronavirus, había declarado repetidamente que él mismo definitivamente no se vacunaría.
"Llevará tiempo convencer a la sociedad de que este tipo de debate no tiene sentido", dice Carlos Lula, presidente del Consejo Nacional de Ministros de Salud de los 27 estados de Brasil. Después de todo, casi todo viene de China, acota Lula: "Incluso cada jeringa desechable, sin importar con qué vacuna se la llene".
Jeringas desechables, buscadas con desesperación
Y eso es exactamente lo que escasea en este momento. Con millones de jeringas y agujas desechables escaseando en Brasil, el gobierno levantó los derechos de importación sobre ellas y todos los demás productos necesarios para la vacunación provenientes de China el 6 de enero de este año.
El mayor desafío ahora, según Lula, es superar las reservas del propio presidente sobre las vacunas, especialmente la Coronavac. La poderosa asociación médica brasileña AMB no quiere esperar más, y ya ha lanzado una campaña a tal efecto.
"Desde que comenzó la vacunación en el Reino Unido, el 8 de diciembre de 2020, 23 millones de personas en 50 países de todo el mundo han sido vacunadas", dijo el ente en un comunicado publicado el miércoles. "No se ha informado de ninguna muerte en relación con la vacuna, mientras que el coronavirus ha matado a 1,9 millones de personas en todo el mundo". Y solo Brasil lamenta ya más de 200.000 muertes por coronavirus.
(ct/cp)