Brasil - Colombia: una cita con la historia

Una mezcla de miedo y euforia embriaga las calles de Brasil. Todo el país aguarda el arranque del partido que enfrentará a su selección con la de Colombia. Tras la agónica victoria conseguida ante Chile en la tanda de penaltis, la afición verdeamarelha no las tiene todas consigo. Y es que en el último minuto de la prórroga ante los chilenos, un disparo al travesaño del recién incorporado Mauricio Pinilla enmudeció el Estadio Mineirao de Belo Horizonte y, durante un segundo, dejó a la quinta potencia mundial al borde del colapso.

Colombia, por el contrario, es una fiesta. El país enloquece con el fútbol que están desplegando los cafeteros en este Mundial 2014. Convertidos en estrellas, los jugadores dirigidos por el argentino José Pekerman son conscientes de la importancia del partido de hoy. La gran ventaja con la que cuentan frente a sus rivales es la ausencia de presión. Y es que haber alcanzado los cuartos de final es mucho más de lo que los aficionados esperaban de su selección. Tras 16 años de ausencia, Colombia ha vuelto por la puerta grande al panorama futbolístico mundial.

Puesto que hasta el momento todo ha funcionado a la perfección, es previsible que Pekerman no cambie el sistema que ha utilizado en los últimos partidos. Ante el poderío atacante de los colombianos y con el fin de frenar las entradas por banda, el técnico de Brasil, Luis Felipe Scolari, ha probado esta semana con el sistema 3-5-2 que utilizó la canarinha en el Mundial de Corea y Japón de 2002, con tres defensas y dos carrileros que frenen las acometidas de Juan Cuadrado y James Rodríguez. Todo indica que Felipao organizará a su equipo como lo ha hecho hasta ahora y utilizará la variante más defensiva si ve peligrar la portería defendida por Julio César, el héroe ante Chile.

Eso sí, los cafeteros se enfrentan al peso de la estadística. Colombia lleva 23 años -12 partidos- sin ganar a Brasil y no marca en territorio carioca desde 1995. Asimismo, sólo han derrotado a sus rivales de esta noche en otra ocasión, y fue en partido amistoso en 1985 (1-0).

Derrotar a Brasil a domicilio en los cuartos de final de “su” Mundial no es una oportunidad que se presente muchas veces en la vida. Hoy, 4 de julio de 2014, Pekerman y sus hombres tienen la oportunidad de romper la mala racha y escribir un nuevo capítulo en la historia del fútbol colombiano.

La clave: La ansiedad por ganar y no decepcionar puede bloquear a los brasileños. Colombia debe ser fiel a su estilo y confiar en la calidad de James Rodríguez, hasta ahora la revelación del torneo.