Bombardeo mata a importantes líderes de las FARC en Colombia
19 de agosto de 2013
El Sexto Frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) recibió un golpe militar de importancia el domingo, cuando un bombardeo realizado por la Fuerza Aérea de ese país sudamericano causó la muere de su jefe y número dos, informó este lunes (19.08.2013) el gobierno colombiano.
Las fuerzas de inteligencia habían localizado un campamento de las FARC en una zona rural del municipio de Toribío, en el departamento de Cauca, en el suroeste del país. El Frente Sexto es uno de los más activos de la guerrilla y sus líderes estaban en la mira de las autoridades, acusados de haber invitado la ola de violencia con las comunidades indígenas del Cauca.
Concretamente, se acusa a los caídos Ciro Patiño, alias “El Burro”, y Arley Medina, alias “Jaimito”, de haber interceptado las comunicaciones indígenas y de haber obligado a los nativos a ceder sus viviendas para así garantizar la presencia de los insurgentes en esa zona del país. Junto a ellos dos cayó un tercer guerrillero.
Van 46 jefes muertos
El ataque fue apoyado por tropas del Ejército, que entraron al campamento tras el ataque aéreo y recuperaron los cadáveres de los tres guerrilleros. Un cuarto hombre fue capturado con heridas. El Ejército se refirió al ataque como un “duro golpe al histórico Sexto Frente de las FARC” y mencionó que en los últimos tres años han muerto 46 jefes de frentes y columnas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
La estación de radio RCN señaló que los guerrilleros eran muy allegados a Jorge Torres, alias “Pablo Catatumbo”, miembro de la cúpula de mando del grupo y que desde hace varias semanas funge de negociador en el proceso de paz que el gobierno colombiano y las FARC cumplen en Cuba. Pese a la solicitud de la guerrilla, el Gobierno se negó a firmar un cese bilateral de los combates.
La confirmación de la muerte de los líderes rebeldes coincidió con el inicio en Cuba de una nueva ronda de conversaciones, con las que se busca poner fin a la confrontación de casi medio siglo que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados. La zona del ataque es una región montañosa estratégica para el narcotráfico en donde el grupo rebelde mantiene una fuerte presencia y permanentemente realiza ataques contra el Ejército y la Policía.
DZC (Europa PRess, dpa, Reuters)