Bolivia: ¿Quiénes son los jóvenes de Evo Morales?
7 de junio de 2019El presidente boliviano, Evo Morales, lanzó en mayo su campaña de cara a las presidenciales del 20 de octubre. Si gana, se quedará en el Palacio Quemado hasta 2025. En total, serían casi 20 años en el poder. Sin embargo, por debajo existe un movimiento de renovación: ya hay nuevos referentes de peso, que llegaron tanto desde los movimientos sociales como por el camino de la política institucional. ¿Quiénes son estos jóvenes?¿Qué los moviliza? ¿Qué les preocupa?
Morales, de 59 años, mencionó en marzo a varias figuras jóvenes de su espacio que podrían continuar su legado. DW habló con tres de ellos: Andrónico Rodríguez (cocalero de 29 años, vicepresidente de la organización de la que surgió Morales y de la cual sigue siendo el máximo dirigente), Adriana Salvatierra (tiene la misma edad y es la presidenta más joven de la historia del Senado de Bolivia) y Manuel Canelas (flamante Ministro de Comunicación).
El discurso del presidente boliviano llamó la atención en varios sentidos. Por un lado, porque a menos de medio año de las elecciones las críticas opositoras principalmente se basan en la supuesta ilegitimidad de su candidatura. Su mejor argumento es el 51 por ciento que votó NO en el referéndum de 2016, que proponía eliminar el límite de reelecciones. Después el Tribunal Supremo Electoral habilitó la candidatura de Morales, en el poder desde 2006, y quien según las encuestas es el que más chances tiene de obtener un triunfo. Pero lo cierto es que esta situación general contribuye a que el debate en torno a la renovación política recorra al Movimiento Al Socialismo (MAS).
Otro factor a tener en cuenta es el creciente rol de la juventud en Bolivia: según la Revista Andamios, una publicación del Órgano Electoral Plurinacional, los jóvenes entre 18 y 35 años “representan aproximadamente el 45 % de población en edad de votar”. Un segmento demasiado grande como para que un proyecto político con ambiciones se permita ignorarlo.
El cocalero
Andrónico Rodríguez tiene 29 años y es el número dos de Morales en las seis federaciones del Trópico de Cochabamaba. Es decir, en su patria chica, allí donde surgió el presidente y en donde desde hace tiempo obtiene en torno al 90 por ciento de los votos en cada elección. Pero Rodríguez rechaza la noción de ‘sucesor’ o ‘heredero’, porque le parecen definiciones que tendrían que ver con un “sistema monárquico”. Además, asegura, “en Bolivia las decisiones las toman las bases”.
El joven cocalero se despierta cerca de las 5 de la mañana. El presidente boliviano empieza el día muy temprano y lo mismo hace todo su equipo. “Así ganamos tiempo”, cuenta Rodríguez. En su trabajo cotidiano habla casi a diario con el presidente: “Cualquier cosa que le quiera decir al hermano presidente, le mando un mensajito. Y después si él tiene tiempo me llama, me pregunta si hay novedades. A veces lo llamo de madrugada, a veces por la noche. De hecho, este lunes y el martes hablamos”, relata.
Conoció a Morales en el año 2012, en un encuentro. “Tuve harto miedo de hablar ante un presidente pero participé. Levanté la mano y planteé una duda: ‘Hermano presidente, no sé si ustedes como líderes nacionales o nosotros como jóvenes no estaremos descuidando la formación política...’”, contó. El presidente se levantó, recopiló las preguntas y respondió: “Nosotros nos hemos formado en el sindicato con debate, debates, debates: esa es nuestra formación”. Pero para Rodríguez hace falta más. “¿Por qué no preparar a los jóvenes? Pienso que hay que preparar a todos los jóvenes posibles, inculcar conciencia, valores”, opina.
Y no por casualidad ocupa el lugar que ocupa. Desde ahí, valora la renovación, que define como “salud política”. Le parece sano que la juventud se involucre en espacios decisivos y no solamente en movilizaciones y pegando afiches. “Éramos la carne de cañón en la difícil, pero luego nos relegaban. La juventud ahora es constructora de presente y de futuro. Esto no significa que nos debemos pelear con los mayores, aunque si no hay renovación la organización tiende a extinguirse”, argumenta.
Rodríguez se graduó a los 22 años de la carrera de Ciencia Política en la Universidad San Simón de Cochabamba. Entre los pendientes del gobierno de Morales, destaca que falta mejorar el sistema de salud, poner mayor dedicación a la seguridad y moderar las ambiciones personales de algunos dirigentes.
La senadora
Adriana Salvatierra se vinculó con la política desde pequeña, cuando iba al colegio en Santa Cruz de la Sierra. Su papá ya entonces apoyaba a Morales, de hecho fue uno de los fundadores del MAS en esa región. La militancia orgánica de Salvatierra empezó en 2007. Ahora tiene 29 años, también es politóloga (estudió en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno) y este año se convirtió en la cuarta mujer en presidir la Cámara de Senadores y la más joven de la historia en el cargo. Pero no cree en dirigentes individuales. “El liderazgo de una persona se sostiene en un movimiento. Evo tiene detrás suyo la bandera de un proyecto político”, asegura.
A eso apunta cuando se le pregunta sobre las críticas de la oposición sobre la reelección: “Evo es la representación de un modelo de país, de la soberanía. Para nosotros es clave”. Y también señala la doble vara cuando desde afuera analizan al movimiento: “Somos un ejemplo de renovación permanente de cuadros, se ve en la Asamblea”.
Destaca que hacia octubre no solo se discute quién administrará el Estado, sino también un proyecto de país. “Después de más de una década en América Latina en la que se luchó contra los TLC [Tratados de Libre Comercio], por soberanía y -a partir de ello- por el control de los recursos y la distribución, en las elecciones se juega el futuro”, opina.
Al hablar recorre cifras, estadísticas, datos. Subraya la reducción de la pobreza extrema (“era del 37 por ciento y ahora ronda el 15,7 por ciento”) y de la pobreza (“pasó en estos 13 años del 60 al 35 por ciento), y el tamaño del PBI (“que pasó de 9 mil a más de 40 mil millones”). “No se trata de ‘bonanza’ internacional, fueron méritos de decisiones soberanas”, define.
La Ley de Régimen Electoral del 30 de junio de 2010 en el artículo 11 dice: “La democracia intercultural boliviana garantiza la equidad de género y la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”. Según los últimos datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (Naciones Unidas y CEPAL), Bolivia es el segundo país con más mujeres electas en los parlamentos nacionales. “Esto repercutió en las bases”, explica. También relata que se amplió la participación democrática de la poblacion indígena. “Antes de 10,5 millones de habitantes, el padrón era de 3,5. Hoy el padrón es 5,6 y la poblacion es casi 12 millones. Quiere decir que casi se duplicó el padrón pero no la población: sucede porque la gente antes no tenía ni cédula de identidad, no tenía derechos”, describe.
Y otro dato llamativo sobre género: “No es solamente la paridad en órganos deliberativos, es también el acceso a la tierra: el 45,6 por ciento de los títulos agrarios están en manos de mujeres: se ha despatriarcalizado la tenencia”.
Salvatierra coincide con Rodríguez en que el tema de la salud es un aspecto a mejorar. Además destaca que en su agenda parlamentaria están el matrimonio igualitario y la despenalización del aborto. Cree que ese es uno de los -por ahora- límites del debate de género: “Nos atascamos cuando el debate es sobre nuestros cuerpos”, afirma.
El ministro
Manuel Canelas asumió como Ministro de Comunicación y portavoz del gobierno en enero de este año. Tiene 37 años, nació en Caracas (sus padres estaban en el exilio) y estudió Ciencia Política en Madrid. Recuerda claramente cuando en marzo Morales decidió mencionarlo junto a algunos referentes de la juventud en un discurso. Se siente honrado, aunque considera que el efecto de la declaración fue “un poco exagerado”. No obstante, celebra que “en el MAS haya banquillo, como se dice en el fútbol”.
Describe al MAS como “el proyecto más moderno del país” y al mismo tiempo considera que “el reto es seguir siendo contemporáneos”. Según su mirada, de cara al futuro uno de los desafíos principales consiste en saber renovarse constantemente: “Siempre es un reto para los gobiernos duraderos cómo renovarse. Los estados siempre van un poco más lentos que las transformaciones de sus sociedades, pero considero que el liderazgo del MAS en general ha sido capaz de estar a la altura de la sociedad: una joven del oriente de clase media, un paceño públicamente homosexual [se refiere a él mismo] y un dirigente campesino con un tipo de liderazgo muy contemporáneo, creo que grafica bien el proyecto”, concluye.
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