Boleros al ritmo de bossa nova
14 de noviembre de 2008La fusión de dos géneros tan distintos como el bolero y la bossa nova no es empresa fácil. El bolero condensa todo el goce y el sufrimiento del amor, y es una expresión musical típica de Hispanoamérica, con sus vivencias de dolor, sacrificio y pasión, y con finales no siempre felices. La bossa nova, en cambio, nacida en Brasil a orillas del mar, junto al movimiento suave de las olas, traduce en melodías la levedad del ser en el vaivén de un cuerpo en movimiento.
Orígenes
Con raíces en la contradanza del S. XVII e influencias de ritmos folclóricos como la habanera y el danzón cubanos, el bolero recoge los ritmos de la música gitana, de las palmas y las cajas, fundiéndose con ritmos africanos, con la lírica italiana y la zarzuela española. De toda esa herencia surge su liturgia, que le canta al amor, la mayoría de las veces no correspondido, traicionado o perdido.
La bossa nova, que nace como nuevo género musical o “nuevo ritmo” en las playas de Río de Janeiro, saca el samba de la calle para llevarlo al salón, lo despoja de su estridencia y le inyecta armonías de jazz, creando así la expresión musical por excelencia del Brasil contemporáneo. La palabra bossa ya era utilizada por los músicos antes de que se diera nombre a ese género musical, y significa “estilo” o “manera”.
Entre sus grandes compositores se cuentan Dorival Caymmi, considerado un precursor, João Gilberto, Tom Jobim, y Roberto Menescal, entre otros. Es este último quien pudo concretar su sueño de fusionar el bolero con la bossa y crear así una nueva calidad interpretativa, y halló en la voz de Montserrat a su cantante. Ella nació en España y vive en Brasil, y conversó con DW-WORLD sobre su CD Boleros com Bossa durante su gira por Alemania .
DW-WORLD: ¿Cómo llegó a interesarse Ud., una soprano formada en España, por el bolero, y más tarde por la bossa nova?
Montserrat: El bolero es un género musical con el cual he tenido contacto desde pequeña. Ya mayor, me formé en canto lírico. En el 2003, empecé a cantar bolero en homenaje a mi mamá. En el bolero están mis emociones, mis sentimientos y mi relación con mi memoria musical, lo llevo en las venas. La bossa llegó a mi vida cuando me fui a vivir a Brasil. Admiraba la bossa nova como uno de los tres grandes ritmos de Latinoamérica: el tango, el bolero y la bossa nova, tres clásicos populares.
Después de grabar mi primer disco en Cuba, junto a Pablo Milanés e integrantes del Buena Vista Social Club, tuve la oportunidad de conocer a uno de los popes de la bossa nova. Se trata del maestro Roberto Menescal, quien es uno de los legendarios cofundadores del movimiento bossanovístico de los años 50. La bossa nova surgió en los años 50, pero su creación llevó muchos años, y nació realmente de un grupo de personas que formaban parte del auge que vivía por aquel entonces la ciudad de Río de Janeiro, con sus playas y su estilo de vida tan especial. El bolero lo he aprendido como lengua materna, y la bossa es un idioma que aprendí, que también refleja lo que soy.
Lea en la página 2 cómo se une la pasión del bolero a la levedad de la bossa.
El bolero es goce y sufrimiento, o sea, pasión, mientras la bossa tiene la levedad de un paseo a orillas del mar. El bolero sin pasión no es bolero. Estos dos géneros se han combinado en su voz y en su interpretación. ¿Qué le agrega o le quita un género al otro?
Ambos se conjugan sin forzarse. Es claro que nada parte de cero, y que los géneros se recrean unos a otros. El bolero está presente en muchos otros ritmos y ha aprovechado esas influencias. En Cuba tuve la oportunidad conocer a César Portillo de la Luz, uno de los grandes compositores cubanos contemporáneos, uno de los iniciadores del bolero feeling, que no es otra cosa que una fusión de bolero y jazz. Yo creo que se complementan. El bolero sale airoso, ya que no le hemos quitado su esencia. Intento pasar a través de la liviandad y la suavidad de la bossa, dejándole al bolero la emoción y la pasión, pero sin exagerar. Le quitamos un poco la teatralidad al bolero, natural en la cultura hispana.
¿Cómo surgió el proyecto de fusionar el bolero con la bossa nova?
Cuando Roberto Menescal me llamó porque necesitaba una persona de habla hispana. Influyó, claro, el hecho de que yo hablara portugués de Brasil, que viviera allí y conociera la bossa nova, y el tener, según él, una voz que se amoldaba muy bien a ella, a pesar de venir del canto lírico y tener mucho vibrato. Es la primera vez que se une un gran ritmo hispanoamericano con un gran ritmo brasilero.
Pienso que al bolero le ha sentado bien ponerse un traje brasilero, y aprovechar un poco el swing de la bossa, que lo tiene, y mucho, además de que el fluir del ritmo nos hace sentir que todo es leve y maravilloso, y que siempre hay esperanza. El bolero siempre es más intenso, pero se lo puede interpretar quitándole lo dramático. Podemos decir todo lo que dice el bolero, pero sin que uno tenga que cortarse las venas.
Según Montserrat, “no son boleros light. Son vividos con emoción intensa, pero desde una multiculturalidad muy interesante, que nos viene muy bien a los hispanoamericanos para alejarnos del drama y vivir la levedad del ser”. Boleros tan clásicos como "El reloj", "Contigo a la distancia" o "Tú me acostumbraste" pueden transformarse sin perder su esencia y continúan diciendo lo que dicen, pero con una luz al final del túnel. Una esperanza. Y esa es su propuesta musical.
Montserrat ha cantado en Montevideo, Buenos Aires y Ciudad de México, entre otras ciudades. Actualmente está de gira por Alemania.
Participe y gane un CD de Boleros com Bossa: envíenos un e-mail a [email protected] y escriba “Boleros con Bossa” en el asunto. El concurso cierra el 7 de diciembre de 2008.