Blatter: ¿Se eternizará al frente de la FIFA?
9 de marzo de 2011El suizo preside la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) desde 1998 y el 1° de junio será reelegido por otros cuatro años. La FIFA es, para Blatter, su familia, casi una esposa. Blatter actúa como si tuviera toda una vida por delante, sonríe ante los que de tanto en tanto osan desafiarlo y, al final, siempre gana. Gana tanto, que a veces cree que puede hacerlo incluso más allá del fútbol.
En marzo de 2003 el presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) se sentía invencible, capaz de cambiar 2.000 años de historia y convencer al papa Juan Pablo II de aceptar el divorcio. Quería casarse con Graziella, amiga de su hija, entrenadora de delfines y 26 años más joven.
Profesión: “Ex futbolista”
Nacido el 10 de marzo de 1936, su curriculum oficial lo presenta como "ex futbolista", aunque si se sigue leyendo las cosas son puestas en su justa medida: "Jugó en la Primera división de aficionados en Suiza".
Nadie, en cambio, lo definiría como "aficionado" en su carrera de dirigente deportivo, porque hace casi cuatro décadas que controla resortes vitales en la FIFA. Entró a ella como director de programas de desarrollo, siempre a la sombra del precisamente sombrío Joao Havelange, escaló luego al puesto de secretario general y, en mayo de 1998, fue elegido presidente en una votación sobre la que 13 años después se sigue dudando de su limpieza.
Un tanto "kitsch" a veces -vistió un traje blanco en Las Vegas en 1993 para dirigir el sorteo del Mundial-, el suizo es políglota, ya que habla alemán, francés, inglés, italiano y español. Su federación incluye más países que las Naciones Unidas, maneja más dinero que muchos Estados e influye como pocos organismos en la vida de la gente.
Duros enfrentamientos
Miembro desde 1999 del Comité Olímpico Internacional (COI), Blatter mantiene duros enfrentamientos con la entidad que preside el belga Jacques Rogge y con la Agencia Mundial Antidoping (AMA). Discutir le encanta, tener la razón más, y rodearse de poderosos e influyentes mucho más aún.
Así fue que se deshizo en 2002 de su "hijo postizo" Michel Zen-Ruffinen, un secretario general suizo, discreto y eficiente que se rebeló al denunciar que el dinero se estaba manejando en forma inadecuada y quizás corrupta. Era la guerra frontal contra Blatter.
Y Blatter ganó. Aquel caso de corrupción en torno a la comercializadora ISL/ISMM vuelve a ser tema de tanto en tanto, pero nunca afecta al suizo lo suficiente como para hacerlo tambalear en su trono. Un trono que ayuda a sostener el argentino Julio Grondona, vicepresidente primero de la FIFA y presidente de la estratégica comisión de finanzas.
Fútbol y FIFA: ¿Sólo para hombres?
Según el periodista inglés Andrew Jennings, que se especializa en sacar a la luz los trapos sucios de la FIFA y del COI, Grondona es clave: "Es uno de los dos únicos miembros de la FIFA que sabe cuánto cobra Blatter por su cargo".
El fútbol y la FIFA son un mundo esencialmente masculino. Quizás por eso Blatter suele rodearse de mujeres. Le gusta relacionarse con los jugadores, aunque Maradona sea para él una piedra en el zapato.
Llevó el Mundial a Sudáfrica, lo tendrá en Brasil dentro de tres años y dio un doble golpe con Rusia 2018 y Qatar 2022. No es tan innovador en cambio a la hora de (no) impulsar la tecnología en los arbitrajes de partidos, una medida que no lo convence. Blatter, él lo sabe, casi siempre logra lo que se propone. Y lo celebra con frases efectistas. ¿Una muestra? "El fútbol es vida, nunca muerte".
dpa
Editor: José Ospina-Valencia