Biblioteca digital
10 de julio de 2007La Biblioteca Nacional de Baviera (BSB, en sus siglas alemanas), en Múnich, es la segunda biblioteca de investigación en Alemania después de la de Berlín y una de las más importantes del mundo. El año que viene celebrará su 450 aniversario.
Ya se trate de obras de consulta, de valiosos manuscritos y cartas o de 40.000 suscripciones a revistas, los científicos tienen a su disposición toda una gama de fuentes en la BSB. El espacio para tanta obra hace tiempo que escasea en el edificio central: más de la mitad de las estanterías están en una biblioteca-almacén a las afueras de Múnich. Una furgoneta es la encargada de transportar pedidos o devoluciones varias veces al día entre los dos edificios.
Un vistazo en Internet basta
Dentro de poco los usuarios podrán ahorrar tiempo en encargos, ya que Google quiere digitalizar el conjunto de obras cuya propiedad intelectual ya no está protegida, es decir, más de millón de libros, y colgarlos de Internet. La BSB espera con ello poder aumentar aún más su reputación como biblioteca de investigación internacional. "Estamos a la disposición de todos aquellos, en todo el mundo, que estén interesados en la formación. Aunque resulte paradójico, Internet es casi nuestro hábitat natural", afirma Klaus Ceynowa, director general adjunto de la BSB.
La Biblioteca Nacional de Baviera es la primera en toda Alemania que participa en el proyecto de "búsqueda de libros" de Google, para el que colaboran un total de 15 bibliotecas de todo el mundo, entre otras, las de Harvard, Stanford y Oxford. Google aspira a poder digitalizar el mayor número de libros, en el mayor número de idiomas y provenientes del mayor número de países como sea posible. Los usuarios esperan sobre todo poder ahorrar tiempo, al poder consultar y descargar libros desde casa. No obstante, todavía quedaría gente que acudiese a la biblioteca ya que ¿quién se imagina leer un libro entero en la pantalla del ordenador?
Una meta clara
Y es que ese tampoco es el objetivo de este proyecto. "La búsqueda de libros de Google está pensada para ayudar a encontrar obras a través de la recopilación de resultados relevantes y de resultados adicionales a las búsquedas de libros que uno hace en el buscador normal de Google", anuncia Jens Redmer, jefe del proyecto de Google para Europa. "El objetivo es informar sobre dónde se puede comprar o, en general, 'consumir'·un libro concreto." El hecho de unir a las personas con el conocimiento y a las consultas con sus títulos correspondientes es algo que beneficia a ambas partes: por un lado Google mejora su oferta y, por otro, las bibliotecas consiguen proyectar el contenido de sus estanterías a nivel internacional.
Pero la digitalización de libros cuesta dinero, de hecho, unos 40 euros por cada 300 páginas, euros que las arcar públicas no necesariamente tienen. "Lo que queremos hacer es una digitalización masiva y, si la financiamos a partir del presupuesto público, nos llevará unos 20, 30 ó 40 años", prevee Ceynowa. Si se mira desde la perspectiva de la "edad de Internet", es inaceptable. "Tenemos que satisfacer a nuestros clientes y acudir allí a donde uno va a investigar, aprender o trabajar antes que a ningún otro sitio, es decir, a Internet."
Cargos contra Google
La digitalización de las obras sin protección de derechos de autor de la biblioteca de Múnich le llevará a Google más de cinco años. En Estados Unidos, la empresa también tiene planeado trasvasar el contenido de libros que sí están protegidos; sin embargo esto se ha visto obstaculizado por una demanda interpuesta por la Asociación Americana de Escritores. No obstante, en Google ya son más prudentes: no ha hecho público cuándo ni dónde comenzarán con el proceso de digitalización en Alemania.
LA BSB digitaliza desde hace 10 años sus propias publicaciones con la ayuda de la Comunidad Alemana de Investigación. En los centros de digitalización, los trabajadores se sientan frente a enormes escáneres, colocan valiosos libros en la máquina y ajustan la posición con cuidado. Después pisan un pedal para escanear las páginas. La lámpara detecta el escrito, cuya versión digitalizada se puede ver en seguida en la pantalla del ordenador. Los libros son tratados con el mayor cuidado posible durante el proceso.
¡Cuidado con los libros!
Los críticos le echan a Google en cara que ellos no manejan los libros con tanto cuidado como los expertos a la hora de digitalizarlos. Pero Klaus Ceynowa no es tan escéptico: "Los criterios de conservación que está aplicando Google actualmente son relativamente exigentes." Además, la misma biblioteca podría ejercer su influencia en este aspecto. "Pero no tenemos ningún miedo de que nuestros libros se vean dañados". Al contrario. Según Ceynowa, la digitalización puede salvar a los libros que estén deteriorados y garantizar su existencia en el futuro, aunque sea en formato electrónico.
Pero tanto las bibliotecas, como los usuarios y Google mismo están de acuerdo en algo: la digitalización no va a poder sustituir la sensación al pasar hojas y poder leer de papel real. Las bibliotecas físicas seguirán existiendo en el futuro como punto de encuentro científico y cultural.