Berlín observa atento comicios en Italia
21 de febrero de 2013Para la canciller alemana, Angela Merkel, el encuentro con el probablemente futuro primer ministro de Italia será un reencuentro con un viejo y no muy querido conocido. Silvio Berlusconi ocupó entre 1994 y 2011 cuatro veces el puesto de primer ministro; analistas políticos consideran totalmente factible que lo logre una quinta vez.
Curiosamente, Merkel podría aportar, sin querer, a la reelección de Berlusconi: el experimentado político, de 76 años, echa la culpa a Alemania de la mala situación económica de su país porque Berlín ha apoyado las medidas de ahorro impuestas por la Unión Europea.
Antipatía y sonrisas
La relación entre Merkel y Berlusconi siempre fue tensa, aunque ambos pertenezcan a la misma familia política, el Partido Popular Europeo. En sus encuentros la cordialidad que se mostraban mutuamente parecía tan falsa como la de dos parientes lejanos que se obligan a sonreír para la foto familiar. “No tienen ninguna relación; no pueden conversar y tampoco en el plano personal –y eso importa mucho en la política- se tienen confianza”, dice a DW Angelo Bolaffi, ex director del Instituto Italiano de Cultura en Berlín.
Durante la campaña electoral, il cavaliere-como gusta de llamarse desde que lo condecoraron con la Orden del Mérito Al Trabajo- no ha desaprovechado oportunidad de arengar en contra de Alemania. Angela Merkel es, según Berlusconi, responsable de que la UE le haya impuesto a Italia medidas de ahorro. Alza de impuestos, cortes presupuestarios, crisis económica: todo es culpa de Merkel. Estos ataques populistas se disparan desde su red de televisoras las 24 horas del día. Ello hace que su poder de manipulación sea inmenso: “No hay mucha gente que tenga el suficiente tiempo y conocimiento para contradecirlo”, afirma Bolaffi.
Ex primer ministro con gran poder mediático
Bolaffi no cree que logre llegar a primer ministro. Al comienzo de su carrera política, Berlusconi empleó toda su fuerza mediática para llegar al poder, ahora la emplea para alcanzar un 20% de los votos que le reservarían un papel importante en la configuración del gobierno.
Lamentable es, así el analista italiano, que las relaciones entre Alemania e Italia hayan sufrido tanto en el último tiempo y que ahora sean más bien precarias. Ambos países eran aliados al comienzo del movimiento europeísta. Desde la llegada al poder de Berlusconi hace 20 años, las relaciones han ido de mal en peor.
Berlusconi rompió con la tradición de escoger a Alemania como una de las estaciones de la primera gira de su mandato. Según Bolaffi, en Italia mucha gente opina que la Alemania de Merkel tiene la culpa de la situación económica y pocos concuerdan en que las medidas de ahorro eran necesarias para solventar la crisis.
Tensa calma
Berlín se muestra más bien frío ante el hecho de que Berlusconi haga campaña azuzando a los italianos en contra de Alemania. Guido Westerwelle, ministro alemán de Exteriores, dijo al diario Süddeutsche Zeitung que su papel no es comentar los lemas de la campaña electoral italiana. “Si bien no tomamos partido, esperamos un curso pro europeo y una continuación de las reformas necesarias. Ésta es la posición de todo el gobierno federal”, subrayó Westerwelle.
Bolaffi prevé una apretada carrera en la cual habrá dos o tres partidos finalistas que tendrán que negociar. El partido “Cinco Estrellas”, del cómico Beppe Grillo, podría llevarse un 20% de los votos y podría unirse, en gran coalición, con el partido de Berlusconi y el partido de centro izquierda de Pier Luigi Bersani, que empezó la campaña como favorito. “En Italia todo es posible”, concluye Bolaffi.
El voto italiano podría echar sombras sobre las elecciones alemanes en septiembre. “Si Berlusconi ganase, sería un mal augurio para Merkel, pues podría interpretarse como que la canciller no logró imponerse”, opina Gerd Langguth, catedrático de la Universidad de Bonn. Por eso, concluye, aunque se muestren muy tranquilos, no es posible que a Merkel y su equipo les tenga sin cuidado lo que pasa en Roma.