Berlín celebra a Mafalda
4 de julio de 2014La historieta, que se publicó entre 1964 y 1973 y ha sido traducida a más de 30 idiomas, sigue siendo una de las tiras más famosas de cuño argentino. Su creador, Joaquín Salvador Lavado, ‘Quino', recibirá en octubre el premio Príncipe de Asturias, por “percibir la complejidad del mundo desde la sencillez de los ojos infantiles”.
“En nuestro Instituto hay 138 libros sobre Mafalda y un centenar de libros sobre Quino, y por supuesto, todas las historietas”, dijo la directora del Instituto Iberoamericano de Berlín, Barbara Göbel, y añadió que ésta, su fiesta, será sin ‘sopa'.
Una mesa redonda debatió sobre los lúcidos mensajes de la famosa tira cómica, y los participantes coincidieron en que siguen vigentes medio siglo después. El embajador de Argentina en Alemania, Daniel Polski, destacó que próximamente tendrá lugar un coloquio de ‘mafólogos' en la Universidad de Heidelberg. El diplomático recordó los antecedentes de las historietas argentinas, que se remontan al semanario de humor político ‘Caras y Caretas', fundado en 1890 por Eustaquio Pellicer.
El sueño del pibe
Polski recordó como, siendo embajador en Tokio, cuando Mafalda fue traducida al japonés invitaron a Quino a Japón. El diplomático viajó a Argentina -30 horas de vuelo- y Quino lo invitó a su casa: “Se me hizo el sueño del pibe, conocer a Quino, y que, además, me agradeciera porque lo hubiera visitado”.
El origen del popular cómic fue un encargo publicitario para promover una nueva línea de electrodomésticos que al final no se hizo. Mafalda se quedó guardada en el cajón hasta que en septiembre de 1964 hizo su debut en el semanario ‘Primera Plana'. Era una niña inteligente, preguntona, crítica y tierna, que soñaba con un mundo más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos.
En 1976, el golpe de Estado de Rafael Videla en Argentina obligó a Quino a exiliarse en Milán. “En ese momento Mafalda preguntó ¿Pero, entonces, todo eso que me enseñaron en el colegio?”, recordó Polski. “En aquel momento los diarios serios y conservadores de Estados Unidos publicaron las primeras tiras cómicas, ejemplo que fue seguido por diarios argentinos como La Nación”, y otros medios, recordó el diplomático.
Libertad, la más chiquita
El mundo Mafalda está integrado por Felipe, que sueña despierto con ser astronauta o jugador de fútbol, Susanita, que quiere tener hijos cuando sea grande, Manolito, una réplica de su padre, un comerciante gallego y tacaño, y Libertad, una pequeña niña que, cuando Mafalda le dice “qué chiquita eres”, le responde: “Ya sacaste tus conclusiones estúpidas”.
Entre las frases que hicieron reír a la concurrencia está la de una de las tiras, en la que su madre le pide Mafalda que limpie el globo terráqueo; la niña pregunta: “¿Limpio todos los países o sólo los que tienen malos gobiernos?”
Hartmut Nonnenmacher, de la Universidad de Friburgo, recapituló sobre los antecedentes del cómic en Argentina, desde el Eternauta e Inodoro Pereyra (Fontanarrosa), hasta Patorozú y Maitena.
Cuando el guionista de El Eternauta, Héctor Germán Oesterheld, fue desaparecido, todos sus personajes aparecieron en un cartel preguntando ¿Dónde está Oesterheld?
El Eternauta es una tira cómica protagonizada por un héroe colectivo, que retrata a la ciudad de Buenos Aires que sobrevive a una nevada tóxica; su población debe resistir a un ataque extraterrestre. El Eternauta dio paso al ‘Nestornauta', en donde se ve la cara de Néstor Kirchner detrás de la máscara antigases, una alusión a su papel de dirigente que salvó al país en crisis. En algunos carteles proselitistas publicados en Buenos Aires, se ve también a Cristina detrás de Néstor.
Muriel, inspirada en Brigitte Bardot
En el debate moderado por Katja Carrillo Zeiter, Claire Latxague (Éditions Insula), recordó que los problemas económicos en los años 60 y 70 siguen siendo los mismos, si no es que han empeorado.
Latxague mostró las tiras que más le impresionaron a lo largo de distintas lecturas desde su niñez. En una de ellas se veía a Felipe, enamorado de la misteriosa Muriel, una figura para la que Quino se inspiró en Brigitte Bardot, que emocionaba al propio autor.
Entre el público se encontraba América Latina representada. Mientras que una chilena dijo que Mafalda se adelantó a su época y que es un personaje universal que no es visto en Chile como exclusivamente argentino, una mexicana recordó que sus hijos leyeron la colección de ella. “Hacían bromas a lo Mafalda”, dijo. Cuando en una ocasión llevó a su hijo al pediatra, éste quiso saber si ya estaba en la adolescencia y le preguntó: “Qué te gusta más, las niñas o el coche de tu papá? El niño respondió: “las niñas”. “Creo que ya está en la adolescencia”, dijo el médico, a lo que repuso el niño: “es que no conoce el coche de mi papá”.