Berliner Hauptbahnhof: una catedral de vidrio y hormigón
26 de mayo de 2006El "Berliner Hauptbahnhof", una verdadera catedral de hormigón y acero, se convertirá en la puerta de enlace entre este y oeste europeo. La construcción ha impuesto nuevos superlativos en el área técnica y arquitectónica, pero también los factores tiempo y costo imponen récords: su construcción duró once años y con una inversión de más de 800 millones de euros resulta la estación más cara del mundo.
Desde un principio el proyecto fue centro de atención y polémica. Durante meses se discutió el nombre que debería llevar la nueva estación capitalina. Después de interminables y acalorados debates se optó, por imposición oficial, por un racional y frío "Berliner Hauptbahnhof" (estación central de Berlín).
También la fecha de inicio de construcción fue pospuesta en interminables ocasiones y no faltaron los desacuerdos y disputas entre el arquitecto del proyecto y su patrón la Deutsche Bahn, que se enfrentan ahora ante tribunales.
Novedades arquitectónicas
Fue un nuevo modelo de montaje lo que convirtió la obra en un verdadero foco de atracción. Cuatro torres construidas a los lados del cuerpo central de la estación fueron "derrivadas" sobre el techo de filigrana de vidrio. Así se formaron dos grandes puentes sobre las 6 vías de la estación. Miles de personas acudieron a observar esta fascinante hazaña de ingeniería.
Para dejar "caer" las torres de acero y hormigón se construyeron enormes bisagras en los edificios aledaños. Cuerdas de acero sostuvieron los pesados cuerpos que fueron bajadas lentamente con ayuda de un sistema hidráulico muy refinado. Cuando las torres estuvieron en posición completamente vertical fueron soldadas.
Esta laboriosa y espectacular forma de edificación fue elegida para interrumpir lo menos posible el tránsito de cercanía. De haberse procedido de forma convencional esto habría significado la interrupción del tránsito durante muchos fines de semana.
El principal cruce ferroviario de Europa
La nueva estación central situada entre la Cancillería y el Museo Hamburger Bahnhof es el principal cruce ferroviario de Europa. El área comprende 185.000 metros cuadrados en los que además de las 6 vías y sus respectivos andenes, se encuentran 80 locales comerciales, oficinas y un hotel.
La obra está diseñada como una gran área abierta que prevé caminos cortos para los viajeros. Cuenta con 54 escaleras eléctricas, 6 ascensores panorámicos y un sin número de escaleras que comunican los cinco niveles de la estación. Modernos monitores y pantallas mantiene informado al viajero tanto visual como acústicamente.
La nueva estación permite el enlace de rutas entre sur y norte, este y oeste sin tener que cambiar de estación como se venía haciendo hasta el momento.
Se espera la llegada de 300.000 pasajeros diarios y cerca de 1.100 trenes a partir del 28 de mayo 2006, día en el que comenzará a palpitar el corazón de esta catedral ferroviaria.