"Benedicto XVI sorprenderá a muchos críticos"
25 de abril de 2005
El diario alemán SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, de Múnich, dice: "En su primera semana en funciones, el nuevo Papa no sólo ha hecho todo correctamente, sino también muy bien. Ahora, para la inauguración de su pontificado, dirigió una homilía de aliento a los creyentes, habló de la belleza de la fe y de la responsabilidad de los cristianos en el mundo y les pidió su ayuda. Los seres humanos en la plaza vitorearon a un hombre que en realidad no tiene mucho carisma. Se trata por lo tanto de un comienzo que le da razón a aquellos que suponen que Joseph Ratzinger sorprenderá a muchos críticos y personas que lo ven con escepticismo".
El Papa crece
También el diario italiano LA STAMPA, de Turín, quedó positivamente sorprendido con los primeros actos oficiales del Papa: "Al comienzo de la misa, Joseph Ratzinger dio la impresión de estar algo atemorizado y distraído. Pero en las dos horas siguientes creció, como si las voces que coreaban su nombre, "Benedicto, Benedicto", le hubieran conferido fuerza y estatura. Y cuando, al final, se paseó en un Papamóvil por la plaza de San Pedro, sonriente, seguro, con dominio de las masas humanas, transmitió --en su forma muy personal-- su ya claro estilo de una cordial distancia. Y ello se transformará, ya se puede apreciar, también el estilo de su pontificado, que comenzó ayer oficialmente: sobrio, alegre y claro."
"Fuerza de la fe"
El diario polaco GAZETA WYBORCZA comenta: "El nuevo siguió ayer de todo corazón la senda de su antecesor. El mensaje de su prédica estuvo dirigido en forma muy cordial a todos los seres humanos, creyente y no creyentes. Su lema "Tú no estás solo" tiene un significado similar al "No temáis" de Juan Pablo II. En la aparición del "cardenal tanque" no se vio huella alguna de soberbia. Una tímida sonrisa despuntó sobre los labios del hombre que toma su fuerza no de su soberbia, sino de la fe y el contacto con los seres humanos."
"El ecumenismo pasa por Roma"
EL PAÍS, de Madrid, escribe: "Benedicto XVI, entronizado ayer, está haciendo grandes esfuerzos para dejar atrás su imagen de cancerbero de la fe, insistiendo en que es y va a ser el Papa de todos. Con ocasión de su consagración como obispo de Roma y sucesor de Pedro, en su primera homilía pública afirmó ayer que su programa no va a plasmar su voluntad, ni a seguir sus ideas, sino que va a escuchar a toda la Iglesia. Y muchos sectores de esa Iglesia católica están pidiendo mayor apertura. Sin embargo, el papa Ratzinger, que aplazó para más adelante lo que llamó su "programa de gobierno" como jefe de la Iglesia católica, dejó una clara huella personal de lo que podría llamarse su "programa espiritual", sin concesiones para quienes estén fuera del rebaño del catolicismo. Apeló, con firmeza, a la necesidad que el mundo moderno tiene de Cristo y de la Iglesia, de la que dijo con énfasis que "es el camino hacia el futuro", ya que es ella la que "lleva en sí el fruto del mundo". Su ecumenismo y llamamiento a la unidad pasa, claramente, por Roma.