Belfast se reconcilia con el Titanic
31 de marzo de 2012Mientras duró su travesía, el Titanic fue el mayor barco de pasajeros sobre las aguas. El 15 de abril de 1912, el día en que se hundió de camino a Nueva York acabando con la vida de más de 1.500 personas, quedó para siempre grabado en la memoria colectiva. En su lugar de nacimiento, sin embargo, nada recordaba al trágico coloso. Ahora, Belfast se reconcilia con el que fuera el orgullo de sus astilleros.
Casi 100 años después del triste final, la ciudad inaugura un parque temático dedicado al Titanic. Las décadas de conflicto en el norte de Irlanda han dejado su huella en la economía de la región. Con la exposición permanente, cuya puesta en marcha ha costado 117 millones de euros, la provincia británica espera recibir los impulsos financieros necesarios para empezar de nuevo. Y el objetivo podría lograrse: ya se han vendido 10.000 entradas, a un precio de 16,25 euros cada una. Los responsables esperan recibir 425.000 visitantes sólo en 2012.
Un navío, un iceberg
Desde su construcción hasta su desplome al fondo de los mares: la completa historia del Titanic queda a partir de este sábado (31.03.2012) documentada en Belfast. El parque temático ha sido erigido junto al astillero Harland & Wolff, el mismo desde el que fue botado el transatlántico el 2 de abril de 1912. Ocho días más tarde emprendería desde el puerto de Southampton su primera y última travesía.
El inmueble de seis plantas que acoge la muestra, obra del arquitecto Paul Crowe, tiene forma de navío. “Queríamos que el edificio hablara por sí mismo”, comenta Tim Husbands, presidente ejecutivo del centro.La fachada está compuesta por 2.000 paneles de aluminio y desde fuera se asemeja a un iceberg. Sobre el metal, la luz se refleja provocando un efecto multicolor.
No sólo ver sino sentir
“Esto no es un museo, es una experiencia”, explica la encargada de marketing, Clare Bradshaw. “Lo que queremos es, en primer lugar, provocar emociones en el público”, añade. Con ayuda de imágenes de ordenador, sonidos y efectos especiales se trata de llevar al espectador a un viaje virtual que pueda percibir con los sentidos. En la parte dedicada al hundimiento, por ejemplo, la luz es tenue y la temperatura baja. De este modo se intenta transmitir el horror vivido a bordo del barco durante las últimas horas de su existencia.
De la sala de máquinas a la cubierta y a la cabina de mando recorre la exposición el transatlántico. Los opulentos camarotes de la primera clase se encuentran reproducidos, así como los parcos de la tercera. Las plantas superiores están dedicadas al comedor y a la sala de conciertos, con la escalera que tan destacado papel juega en el melodrama cinematográfico de 1997 protagonizado por Leonardo di Caprio y Kate Winslet.
También famosa la película del director James Cameron celebra el centenario del accidente del Titanic: el filme vuelve a los cines, esta vez en versión 3-D.