Hoeness ya tiene sucesor
14 de marzo de 2014Apenas unas horas después de que se conociera que Uli Hoeness aceptaba la condena por evasión de impuestos de tres años de prisión sin apelarla, y que renunciaba al cargo como presidente del Bayern, la junta directiva del club se citó en una conferencia telefónica para decidir sobre la nueva estructura administrativa y la reestructuración del organigrama de funciones.
Poder nominal y poder real
En la reunión extraordinaria la junta directiva optó por separar los cargos que hasta ahora ocupaba Uli Hoeness. Así, el hasta ahora vicepresidente, y durante largos años jefe de finanzas del Bayern, Karl Hopfner, quedó investido con las funciones como nuevo presidente del club.
Hopfner, uno de los más antiguos compañeros de batalla de Hoeness en la construcción del moderno Bayern, es el principal responsable de que la salud económica del club alemán sea modelo, y objeto de envidia, del fútbol internacional. Como jefe financiero del equipo muniqués, al que se unió hace más de 30 años, logró imprimirle un impresionante ritmo de crecimiento, aumentando sus ingresos y ganancias, al tiempo que redujo prácticamente a cero las deudas.
El experto hombre de negocios, sin embargo, no será el que lleve las riendas del club tras la salida de escena de Uli Hoeness. El nuevo presidente, a diferencia de su predecesor, no asumirá la conducción del órgano de poder más importante del Bayern: la junta directiva.
Esta, donde se reúnen los voceros de los principales actores del club (Audi, Volkswagen, Telekom, el grupo financiero UniCredit, la revista Focus, y el líder político Edmund Stoiber), quedó en manos de Herbert Hainer, director ejecutivo de la poderosa firma de implementos deportivos adidas, propietaria de poco más del ocho por ciento del club, y una de las tres accionarias privadas del Bayern.
El sucesor
Hainer ocupa desde 1997 una silla en la junta directiva del Bayern, a la que llegó diez años después de haber iniciado su carrera en Adidas, firma que conduce desde el 2001. El sucesor de Uli Hoeness como nuevo hombre fuerte del club bávaro fue en su momento, curiosamente, también el encargado de reemplazar en Adidas como cabeza de la compañía a Robert Louis-Dreyfus, quien era su mentor y fue el amigo de Hoeness que le prestó 20 millones de marcos para especular en la bolsa. La evasión de los impuestos sobre ese dinero fue la que al final llevó a la cárcel al expresidente del Bayern.
El director ejecutivo de Adidas, y ahora también jefe del Bayern, cuenta con una muy buena reputación en el mundo del fútbol, al que no solo le unen vínculos comerciales sino también emocionales. Herbert Hainer soñó de joven con estar donde hoy se encuentra, en la cúspide del balompié. Su intención era ser jugador, e incluso alcanzó a jugar con su club aficionado en una Copa Alemana.
A Hainer, oriundo de un pequeño pueblo bávaro en las afueras de Múnich, le tocó contentarse con brillar en este deporte desde la orilla de los patrocinadores y surtidores de las dotaciones. Su hermano menor, Walter, si consiguió convertirse en jugador profesional, pero en el club equivocado, en el rival local del Bayern, el 1860.
Situación transitoria
Los cambios en el organigrama del Bayern Múnich son, por ahora, meramente transitorios. Para determinar quién debe ser el nuevo presidente del club en propiedad, será necesario convocar a una asamblea general extraordinaria de socios en las próximas cuatro semanas.
Hasta entonces la junta directiva debatirá si presenta como candidato a Karl Hopfner, lo cual se espera, o presenta otra solución mucho más cercana a los aficionados como el exfutbolista Paul Breitner. También se especula con el regreso a la posición de la leyenda del fútbol alemán Franz Beckenbauer, actualmente presidente honorario, predecesor de Hoeness.
Mientras esto sucede en las oficinas, en la cancha el Bayern parece mantenerse inmune a los escándalos y este sábado se espera que en el estadio Allianz Arena, enfrentando al Leverkusen, rompa un nuevo récord: 50 partidos invictos en la Bundesliga.