Bayer cumple 150 años
El gigante farmacéutico alemán ha vivido grandes éxitos y también momentos negros en su historia. La aspirina es un invento suyo, como también lo fue la heroína. Un capítulo sombrío fue el de la época nacionalsocialista.
Friedrich Bayer: el padre de los emprendedores
Friedrich Bayer (en la foto) fundó con su amigo Johann Weskott una pequeña empresa en Wuppertal. La "Friedr. Bayer et comp." fabricaba colorantes sintéticos. De esa amistad surgió un consorcio químico de dimensiones mundiales.
Cuna casera
En la casa de Friedrich Bayer (al centro, en 1870) se fundó la empresa. A su lado se levanta la sede de la nueva firma. Allí se producen colorantes para la industria textil que hasta entonces eran artículos de lujo.
Los primeros
En el año de su fundación, la empresa daba trabajo a tres personas. La foto más antigua del personal muestra a los primeros empleados. 20 años más tarde, el número de empleados había aumentado a más de 300; hoy superan los 110.000.
La fenacetina: el primer medicamento
Bayer produjo en Elberfeld el primer fármaco contra el dolor de cabeza; un subproducto de la fabricación de colorantes. Dado que aumentaba también el rendimiento, la fenacetina fue mal utilizada con frecuencia. Finalmente fue prohibida en el mercado alemán debido a sus efectos secundarios.
Rojo intenso
Los colores de la foto engañan: en esta fábrica, a la orilla izquierda del Rin, se producía un colorante rojo intenso. Bayer compró la fábrica a fines del siglo XIX para instalar allí la nueva sede de la empresa. Ya antes de la I Guerra Mundial, el consorcio era un “gobal player”, con dependencias en casi todos los continentes.
Heroína contra la tos
También antes de la I Guerra Mundial, Bayer patentó la diacetilmorfina. En una campaña internacional se la publicitó como remedio contra la fiebre y la hipertensión. También fue comercializada como sedante para la tos. Luego se la utilizó para aliviar los dolores de los heridos en la guerra. La sustancia conocida hoy como heroína fue prohibida después de la II Guerra Mundial.
Zyklon B: el lado oscuro de la historia
A partir de 1925, Bayer formó parte de IG Farben, que participó en la fabricación del plaguicida Zyklon B. Este fue utilizado para el asesinato masivo de prisioneros en Auschwitz y otros campos nazis de exterminio. En las fábricas de Bayer también trabajaron prisioneros como esclavos. Unas 4.300 personas corrieron esa suerte tan solo en Leverkusen en 1944.
Producción de penicilina en serie
Tras su refundación, en los años 50 del siglo XX, Bayer comenzó la producción en serie de penicilina, substancia que había sido descubierta por Alexander Fleming. Infecciones bacterianas como la peste, la sífilis o la tuberculosis dejaron de ser mortales. El medicamento era además asequible para la población.
Dralón: la fibra de moda
Con la fibra Dralón, Bayer logró llegar en la época de postguerra a las portadas de las revistas de moda, como ésta, de 1959. Hoy en día, la resistente fibra aún es utilizada, pero sobre todo en manteles y quitasoles.
Aspirina: el gran éxito de ventas
Cuando la nave espacial Apollo 11 voló en 1969 hacia la Luna, llevaba a bordo una cajita de aspirina. Anualmente se venden más de 1.100 millones de tabletas de este analgésico en más de 70 países. El fármaco presenta algunos riesgos para los niños, pero ha sido un enorme éxito de ventas.
Bayer 2013: un gigante farmacéutico
Lo que comenzó hace 150 años en la sala de una casa particular, es hoy un parque industrial químico que marca la silueta de Leverkusen y otros lugares. Las ventas de la empresa a nivel mundial superan los 40.000 millones de euros anuales.