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Bandas narcotraficantes acosan a los Países Bajos

Priyanka Shankar (desde Bruselas)
28 de diciembre de 2022

Los países Bajos son conocidos por la vigencia del Estado de derecho. Pero las investigaciones en torno al asesinato del periodista Peter R. de Vries han puesto de manifiesto debilidades del sistema judicial.

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Gran lienzo con la imagen de Peter de Vries.
Peter de Vries fue asesinado en plena calle, en Ámsterdam, en 2021.Imagen: Barbara Wesel/DW

El asesinato del destacado periodista neerlandés Peter R. de Vries en julio de 2021, conmocionó al país. El juicio por este crimen deberá volver a abrirse en 2023, debido a nuevas pruebas que aparecieron en julio de 2022 y a problemas legales relacionados con la emigración de uno de los jueces involucrados en el proceso.

Al momento de su muerte, De Vries se había ganado la confianza de Nabil B., un testigo de cargo en el "Proceso Marengo”, un arduo proceso judicial contra el narcotraficante neerlandés-marroquí Ridouan Taghi.

Los fiscales que investigan lo ocurrido con De Vries sospechan que este capo del narcotráfico se encuentra tras su asesinato. "Todos están intimidados por la banda de narcotraficantes: policías, jueces, fiscales”, lamenta en conversación con DW Peter Schouten, el defensor de oficio que representa a Nabil B. en el Proceso Marengo. Explica que eso ha llevado a que fiscales retuvieran informaciones para proteger a sus testigos, defensores solicitaran procesos separados para sus defendidos y un juez abandonara el país. "Debido a toda esa presión se produjeron fallas”, indica Schouten. "Pero tenemos que armarnos jurídicamente para tales situaciones, aprender de estos acontecimientos y realizar las reformas legales correspondientes”.

¿Peligra el Estado de derecho?

Los Países Bajos son conocidos por su Estado de derecho y su libertad de prensa. Pero el asesinato de De Vries y la complejidad de las investigaciones han evidenciado fisuras en el sistema legal.

Schouten y su colega Onno de Jong representan a un testigo clave en el Proceso Marengo. Uno de los abogados que los antecedió, Derk Wiersum, fue asesinado en 2019. Otro depuso el mandato. Cuando mataron a De Vries, "se reforzó en extremo nuestro resguardo policial, que ahora incluye guardaespaldas y autos blindados”, cuenta Schouten a DW.

De acuerdo con el Índice del Crimen Organizado Global de 2021, la tasa de delitos sigue sin ser alarmante en los Países Bajos. La mayoría de las redes criminales que operan en el país están involucradas en la venta callejera de drogas, la prostitución y el comercio de armas, y se concentran en grandes urbes como Ámsterdam, Rotterdam y La Haya.

La periodista Saskia Belleman dice a DW que sus colegas "escriben empecinadamente sobre el crimen organizado y lo peligroso e importante que es combatirlo”. Agrega que "algunos colegas reciben protección las 24 horas del día, siete días a la semana… Es una experiencia tremenda, como estar en un cono de cristal. Es asustante".

Problema europeo

El caso De Vries volverá a juzgarse a comienzos de 2023, y los abogados Schouten y De Jong no pierden la esperanza. Pero ambos destacan la urgencia de encontrar soluciones tanto en los Países Bajos como a nivel europeo, para corregir errores judiciales y proteger a la ciudadanía de los delincuentes. Según un informe de Europol de 2021, el crimen organizado se propaga en toda la UE. El 65 por ciento de las bandas activas allí están integradas por miembros de diversas nacionalidades.

La ministra neerlandesa de Justicia y Seguridad, Dilan Yesilgoz-Zegerius, aseguró a DW que se colabora con otros países europeos, como la vecina Bélgica, "para ganar la batalla contra el crimen organizado”. Agregó que "el año próximo invertiremos adicionalmente más de 700 millones de euros para mejorar la seguridad del sistema y de las personas que trabajan en el combate contra el crimen organizado, como abogados, periodistas, funcionarios locales y empleados administrativos”.

(ers/jov)