BA ROCK: Por una noche, el rock y el barroco se dieron la mano
21 de septiembre de 2010"En teoría, todo puede salir mal", dice Vera, encargada de prensa del Programa de Gestores Juveniles del Festival de Beethoven. Está ubicada en la entrada, pálida como la tiza, y observa todo el movimiento de gente que ya escapa al control de ella y sus diez compañeros.
Se trata de una iniciativa del llamado Festival de Beethoven para la Juventud, establecido en el marco del Festival de Beethoven en Bonn. Once colegiales se encargaron de todos los aspectos organizativos del evento, desde escoger a Bakkushan, el grupo de rock que acompañó al connotado violinista David Hope, hasta todos los detalles de alojamiento de los artistas, promoción y producción del concierto como tal.
Este año los estudiantes han querido acercar su mundo musical al de sus abuelos. El concierto titulado BA ROCK nació a partir de la idea de ofrecer una fusión de estilos, en la que el rock se encuentre con el barroco.
400 personas abarrotan el Teatro Dransdorf, de Bonn y entre los inservibles ejes grasientos del tranvía que recuerdan el pasado del sitio, un joven grupo de rock se apresta a tocar junto a un reconocido ensamble barroco.
Todo comienzo es difícil
"Personalmente soy incapaz de leer música, pero los demás sí tienen educación musical", bromeó Daniel Schmidt, cantante de Bakkushan. Los integrantes del cuarteto fueron estudiantes de la Academia Pop de Mannheim. En el BA ROCK se juntan Vivaldi y Westhoff, La Follia en vez de Jimi Hendrix, Mando Diao y "Smoke on the Water".
Un repertorio dinámico, fundido con una enérgica batería. "Ese dinamismo es lo más destacable en comparación con la música rock, en donde todo va muy rápido", dijo Robert, guitarrista del grupo quien hizo los arreglos para adaptar la música barroca al rock de Bakkushan, con una atención especial a los tonos bajos.
Los músicos se dividen en el escenario, a la izquierda Daniel Hope con su Ensamble, a la derecha Bakkushan con sus amplificadores y batería. Ambos géneros se presentan durante las primeras cuatro piezas en forma separada. La división en el escenario se refleja también entre el público. En los sitios en los que sólo se puede estar de pie, la juventud arropada en camisetas del grupo baila frenéticamente. En las butacas, el público clásico en cambio luce sus trajes enteros y chales de seda.
Pero entonces los estilos en apariencia incompatibles, comienzan a acercarse. El Ensamble de Hope apoya las composiciones de Bakkushan, mientras que el grupo de rock interpreta piezas barrocas.
El momento mágico llega cuando Hope y compañía interpretan "Imitación de las Campanas", del compositor barroco Johann Paul von Westhoff, y Bakkushan entra en la ejecución: El rock y el barroco se complementan. "Ahí se notó lo moderno que es Westhoff. Cuando se juntó la guitarra eléctrica y surgieron los sonidos del mundo del pop, escuchamos a Wethoff de una manera nueva", comentaría posteriormente el entusiasmado violinista Hope. Para él ese fue el momento cumbre de la noche.
Lo viejo encontró lo nuevo
Es como si saltaran centellas, la gran mayoría del público está ahora al frente del escenario. La atmósfera es más propia de un concierto de rock y la gente baila con cada canción. A pesar de un intento de tocar juntos el clásico de Deep Purple "Smoke on the Water", la ejecución del repertorio es aceptable.
Tras dos horas, en las que estos conjuntos empezaron tocando separados y terminaron unidos, una noche bien lograda llega a su fin.
Daniel Hope manifestó que "con la fusión nos podemos acercar a la gente joven, a través del rock la gente no se va a apasionar por la música clásica, pero en espacios inusuales podemos intentar aproximaciones diferentes y así les podremos deslumbrar".
Autor: Ulli Anders / Vinicio Chacón
Editor: José Ospina-Valencia