Alemania y Mexico preparan convenio
18 de mayo de 2011Durante su reciente visita a México, el presidente federal Christian Wulff prometió la ayuda de Alemania en el combate de la criminalidad organizada y el narcotráfico. La ayuda se materializará a través de la capacitación de policías mexicanos por sus pares alemanes. Tras su encuentro con el presidente mexicano, Felipe Calderón, Wulff señaló que pronto será firmado un tratado bilateral con el que Alemania brindará, además, su experiencia en el ámbito de justicia.
Un portavoz del ministerio alemán del Interior confirmó a Deutsche Welle que desde diciembre pasado se está trabajando en un convenio bilateral en materia de seguridad con el objetivo de que Alemania ayude activamente a México en el combate al narcotráfico. “Alemania ha enviado sus comentarios en torno al borrador formulado por expertos mexicanos”, dijo. El país más poblado de habla hispana se encuentra enfrascado en una lucha contra el narcotráfico que tan sólo el año pasado costó la vida a más de 15.000 personas.
México, junto con Brasil, son vistos como interlocutores claves en la estrategia de Alemania hacia América Latina, con la que Berlín apuesta por estrechar sus relaciones. “Estos dos países son vistos como dos actores centrales para enfrentar problemas de carácter global, desde el cambio climático hasta la regulación de los mercados financieros”, afirma el experto Günther Maihold, subdirector de la Fundación Ciencia y Política (SWP) con sede en Berlín.
Alemania rompería el monopolio estadounidense
Para el experto uruguayo Edgardo Buscaglia, director del Centro Internacional para el Desarrollo Legal y Económico de la Universidad de Virginia y actualmente profesor invitado en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la propuesta alemana es muy positiva. “Desde el punto de vista político es enormemente importante ya que abre la puerta a una colaboración técnica que rompería con el "casi" monopolio que tiene Estados Unidos en la aportación de insumos a México”.
Buscaglia, una voz reconocida internacionalmente en el análisis del narcotráfico en América Latina, explica que desde hace décadas México sufre un deterioro de su seguridad pública, lo que es un reflejo del fracaso de políticas mexicanas, y estadounidenses de apoyo a su vecino del sur, incluyendo las políticas de la DEA (Drug Enforcement Administration).
“Tener a Alemania como un supervisor en el suministro de asesoría técnica es siempre positivo”, afirma Buscaglia, pero a la vez advierte que desde el punto de vista operativo hay que tener mucho cuidado al aportar asistencia técnica a policías como la federal mexicana que está enormemente infiltrada por bandas criminales.
La amplia implicación de la policía mexicana en bandas de delincuentes es algo que preocupa a la organización Amnistía Internacional, como lo señala en su último reporte. Buscaglia explica que el actual Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ha sido muy cuestionado en México por sus vínculos con bandas criminales.
Se estaría formando a futuros criminales
“Alemania corre el riesgo de que al brindar asistencia técnica a México, ésta se filtre hacia las organizaciones criminales. En el mejor de los casos eso significaría una filtración de la estrategia y en el peor, estaría entrenando a los futuros miembros de cárteles, como sucedió con los Zetas”, dice. El experto recuerda que los integrantes de dicho grupo son ex miembros del ejército mexicano que fueron capacitados por Estados Unidos.
Günther Maihold destaca las fortalezas del modelo policial alemán que contrasta con el estadounidense: “Alemania cuenta con una amplia experiencia en la capacitación y reestructuración de aparatos policiales en un esquema federal, en donde el respeto a los derechos ciudadanos es el eje central de la acción policial”, dice.
La experiencia alemana, adquirida durante misiones de estabilización en Irak y Afganistán, entre otras regiones, es un modelo que se basa en una relación estrecha con el ciudadano, a diferencia de otros países europeos donde la policía es más militarizada. “El modelo alemán está basado en la cercanía con la ciudadanía. Casos en Centroamérica como en Nicaragua, demuestran que solamente una policía cercana al ciudadano en los barrios puede lograr la confianza necesaria para controlar delincuentes de muy diferente índole”, destaca Maihold.
Sin embargo, el experto advierte que Alemania es un actor externo, y no puede sustituir los esfuerzos de México en la reforma policial. “Es el país el que tiene que asumir la tarea de reformar sus cuerpos policiales". Hay información sobre la infiltración del narcotráfico en partidos políticos. Sin embargo, Maihold sostiene que hay que trabajar con lo que hay: "No podemos esperar hasta que haya un mundo como nosotros nos lo dibujamos sino que hay que hacer el esfuerzo por apoyar un proceso de reconversión de los aparatos de seguridad en México con todos los criterios de transparencia y supervisión para reducir el impacto que pueda tener la corrupción y la infiltración del crimen organizado”.
Ampliar la estrategia
Buscaglia coincide con el experto alemán en que México necesita más que nunca una policía de prevención social: “Una policía que ayude a la sociedad y al Estado a neutralizar los factores de riesgo social, como son la ausencia de escolaridad, violencia familiar y vecinal, esos factores de riesgo social que son la causa por la que cientos de miles de jovencitos de entre 12 y 16 años se deslizan como hormigas hacia grupos criminales y pandillas”.
El experto uruguayo recomienda que México mantenga su estructura federal y que se reformen los cuerpos municipales, estatales y federales. Pero la delincuencia organizada no se combate únicamente con policías sino con una amplia colaboración entre ministerios, entre la secretaría de finanzas, de Hacienda, de Gobernación.
“Hay que desmantelar a los activos criminales que están escondidos en la economía legal”. El experto explica que el crimen organizado no sólo mueve dinero, sino un sinnúmero de activos que pueden ser detectados a través de unidades de investigación patrimonial en cada una de las entidades federativas. “México no tiene una red que trabaje con el llamado Egmont Group, un grupo internacional de unidades de inteligencia financiera que le permitiría detectar los activos criminales de los grupos mexicanos en 52 países del mundo.
Buscaglia recuerda que así como lo hizo Colombia, México tiene que poner en orden su casa primero. “Alemania puede presionar políticamente, pero es México el que tiene que llegar a una alianza de partidos que permita implementar medidas y limpiar la cloaca de corrupción política”, concluye.
Autora: Eva Usi
Editora: Emilia Rojas