Ayotzinapa: las nuevas líneas de investigación
7 de septiembre de 2015“La verdad histórica”, como fue anunciada en su momento por el entonces titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, basada en la hipótesis de que los 43 estudiantes fueron asesinados por el crimen organizado y sus cuerpos incinerados en un basurero de Cocula, fue calificada por los expertos como inverosímil. “Ese evento tal y como ha sido descrito, no pasó”, aseguró el abogado chileno Francisco Cox Vial, al presentar el sexto informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), designado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Cox Vial añadió que hay enormes contradicciones entre el peritaje realizado por la PGR y las declaraciones mismas de los inculpados.
Peritaje de experto en incendios
El grupo de expertos independientes de la OEA contrastó la versión sostenida por la PGR con un peritaje solicitado al experto en ingeniería de seguridad de fuego de la Universidad australiana de Queensland, el peruano José Torero. Éste llegó a la conclusión de que “para incinerar los 43 cuerpos de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa hubieran sido necesarias 30 toneladas de madera, más de 13 toneladas de neumáticos y un tiempo de combustión de 60 horas. Eso hubiera levantado una flama de 7 metros de altura y un penacho de humo que subiría hasta los 300 metros, una humareda tan alta que hubiera sido visible para los habitantes de la zona”. No fue así.
Francisco Cox Vial, quien acompañó el proceso contra el dictador Augusto Pinochet en Chile, recordó que José Torero visitó el basurero de Cocula el 12 de julio, en donde observó que no había huellas de un fuego semejante. “Eso hubiera provocado un incendio forestal”, destacó Cox Vial y añadió que un fuego de esa intensidad hubiera dejado huellas en los árboles alrededor, quemaduras visibles durante meses y años.
Informe después de seis meses de investigaciones
A casi un año de la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela normal “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, los expertos independientes presentaron un informe de 550 páginas después de seis meses de investigaciones. La investigación fue realizada por petición del gobierno mexicano y de los padres de los estudiantes, que también se encontraban en la sala, así como altos funcionarios del Estado mexicano que recibieron, al igual que los padres, un ejemplar del informe.
Los expertos hicieron una reconstrucción sobre lo que sucedió la fatídica noche del 26 al 27 de septiembre y revelaron la existencia de un quinto autobús que no aparece en la investigación oficial. Los estudiantes fueron agredidos por policías municipales, estatales y federales y hubo una participación del Batallón 27 del Ejército mexicano. Todo esto se desprende del sistema de información C4 que informa en tiempo real a las fuerzas de seguridad mexicanas. “Es un escenario complejo con una violencia creciente y una agresión desproporcionada y sin sentido. Los estudiantes no iban armados y sigue persistiendo un enorme miedo en la región a romper el silencio”, señaló por su parte el médico español Carlos Beristáin. Hubo numerosos ataques en 9 escenarios distintos en el lapso de tres horas, dijo el experto, que añadió que los estudiantes fueron vigilados en distintos escenarios por agentes del Estado.
Reacción del Estado mexicano
La nueva titular de la PGR, Arely Gómez pronunció un breve comunicado flanqueada por altos funcionarios, entre ellos, Tomás Zerón, jefe de la Agencia de Investigación Criminal, o Enrique Galindo, jefe de la Policía Federal, que terminó sin que los periodistas tuvieran la oportunidad de hacer preguntas. Gómez anunció la realización de una nueva investigación con peritos experimentados y del más alto prestigio y anunció que el Estado mexicano pedirá que se extienda otros seis meses el trabajo del grupo de expertos de la OEA.