Avance de la AfD refleja lucha de Alemania por su identidad
1 de septiembre de 2019En la madrugada del 1 de septiembre de 1939, Alemania inició la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia. Aquello supuso millones de muertos, heridos, mujeres violadas, desplazados y un mundo que hasta el día de hoy padece las consecuencias del ansia destructiva nazi.
Exactamente 80 años después, un partido alemán que ha ganado votos, gracias sobre todo a su ideario nacionalista y a sus tesis racistas, celebra éxitos electorales de dos dígitos. El partido AfD, Alternativa para Alemania, ha obtenido en los estados de Sajonia y Brandeburgo sus mejores resultados a nivel regional hasta la fecha. En el transcurso de unos pocos años, la AfD ha pasado de ser un partido pequeño a convertirse en la segunda fuerza política en ambos parlamentos regionales. No nos debe tranquilizar el hecho de que los populistas de derecha finalmente no han logrado convertirse en la fuerza más votada en Sajonia, como aseguraban los pronósticos.
Mayor dificultad para alianzas de gobierno
Entonces, ¿qué dice sobre Alemania que un partido de esas características pueda tener tanto éxito en tiempos de bonanza económica y una situación política todavía relativamente estable? ¿Y qué debemos temer si los tiempos cambian y Alemania queda sumida en la espiral de una recesión mundial? ¿Hasta qué punto seguirían en pie los cortafuegos? ¿Cuán fuerte es la convicción de que en Alemania un partido con miembros mayoritariamente racistas nunca más podrá asumir responsabilidades de gobierno?
En estas elecciones regionales han perdido sobre todo los partidos establecidos: los democristianos de la CDU, la formación de Angela Merkel, y los socialdemócratas del SPD, que han obtenido en Sajonia y Brandeburgo sus peores resultados desde la reunificación. Básicamente, esta tendencia significa que en la hasta ahora estable Alemania cada vez será más difícil alcanzar alianzas de gobierno. Y que ya no funciona el principio de los dos grandes partidos, CDU y SPD, de asumir en el centro político a electores de extrema derecha y de extrema izquierda. Todo ello demuestra la intensa lucha de Alemania por ser el país que quiere ser. ¿Qué política debe llevar a cabo en materia de refugiados, pero también en las grandes cuestiones económicas y sociopolíticas? ¿Cuán soberana debe ser Alemania y cuán europea?
La arrogancia está fuera de lugar
Es parte de la naturaleza de la historiografía el hecho de que solo podamos reconocer y valorar a posteriori lo que ocurre en un determinado momento histórico y las consecuencias que tendrá en los acontecimientos del futuro. En ese sentido, solo puede especularse sobre lo que más adelante leeremos en los libros de historia sobre el 1 de septiembre de 2019. Pero una cosa sí está clara: estos resultados dan alas a nivel nacional al partido Alternativa para Alemania y muestran que es una formación fuerte y que no desparecerá fácilmente.
El resto de partidos debe aprender a manejarse en esta situación. Sería un error fatal enfrentar el éxito de la AfD con altanería y arrogancia. Estos resultados han mostrado de forma brutal a los responsables políticos alemanes que hay algo que no está yendo bien en el país y que deben observar y escuchar con más atención para saber qué es lo que empuja a los electores a los brazos de los populistas. Hay principios innegociables que forman parte de nuestra responsabilidad histórica. Entre otros, la libertad religiosa y el derecho de asilo para personas en situación de emergencia. No importa lo difícil que sea la formación de gobierno, estos principios no pueden ser sacrificados.
(ms,pana)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube