Aumenta tensión entre palestinos e israelíes tras asesinatos
4 de octubre de 2015
Las tensiones entre palestinos e israelíes no disminuyen tras los ataques del sábado, donde dos israelíes murieron tras ser acuchillados por un palestino. Este domingo (04.10.2015), al menos 27 palestinos resultaron heridos en una redada del Ejército de Israel, que ingresó en un campo de refugiados del distrito cisjordano de Jenin para detener a un presunto militante del movimiento islamista Hamás. La población local resistió la incursión militar en el territorio ocupado ilegalmente desde 1967.
Fuentes de seguridad palestina citadas por la agencia Maan dijeron que en los enfrentamientos cuatro personas resultaron heridas por balas, y el resto por proyectiles recubiertos de caucho o inhalación de gases lacrimógenos. Por su parte, el Ejército confirmó que fuerzas israelíes habían entrado en el campo de refugiados y arrestaron a tres personas, entre ellos al hermano del presunto militante que buscaban, identificado como Qays al-Shaadi.
El suceso coincide con un período de máxima tensión en la zona a raíz de las disputas alrededor del Noble Santuario o Monte del Templo, como musulmanes y judíos conocen respectivamente la explanada de las mezquitas de Jerusalén. Desde el jueves han muerto cuatro israelíes en dos ataques palestinos en Jerusalén y una carretera en Cisjordania, mientras que en las últimas 24 horas han muerto dos palestinos a manos de las fuerzas israelíes.
Endurecimiento de medidas
La situación llevó al premier israelí, Benjamin Netanyahu, a convocar a los altos mandos del Ejército, el servicio secreto y la Policía, para analizar el escenario suscitado tras los asesinatos del sábado. El diario Yediot Aharonot afirma en su titular de portada de este domingo que la tercera intifada ha comenzado, como temen algunas autoridades, a la vez que los dirigentes de la oposición acusan a Netanyahu de “haber perdido el control de la situación”.
Como primera medida, el gobierno restringió el acceso a la ciudad vieja de Jerusalén durante dos días, en los que solo “se permitirá la entrada a los ciudadanos israelíes, a los residentes de la ciudad vieja, a turistas y a los alumnos de colegios” de la zona, según una nota de prensa del Ejecutivo. En tanto, el ministro israelí de Transporte y de Servicios de Inteligencia, Israel Katz, advirtió que si se requiere una operación a gran escala como la que su país realizó en Cisjordania en 2002, el Gobierno la hará con el fin de frenar la ola de violencia en la región.
“Endureceremos las medidas contra los palestinos”, aseguró el político. Estados Unidos, por su parte, expresó su preocupación por las tensiones. El portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, llamó a todas las partes a evitar una mayor escalada.
DZC (EFE, dpa)