Atentado terrorista de Viena: la búsqueda continúa
3 de noviembre de 2020"Escuchamos tiros”, cuenta el rabino Schlomo Hofmeister, de la sinagoga del barrio vienés donde ocurrió el atentado, al canal austríaco ORF. "Primero pensamos que eran fuegos artificiales”, señaló. Cuando abrió la ventana de su departamento en el corazón de Viena, vio "a un hombre armado con armas pesadas que disparó a los visitantes de los bares y pubs de enfrente”. El rabino llamó a la Policía. Eran aproximadamente las 20:00 horas. "Se trató seguramente de un ataque contra la paz en nuestra ciudad”, dijo el rabino este martes (3.11.2020).
El barrio en el que se halla la sinagoga, en la calle Siebenstettengasse del casco antiguo de la ciudad, es llamado por sus habitantes "el triángulo de las Bermudas”. También en la noche del lunes (2.11.2020), todavía cálida a pesar del otoño, había muchas personas que querían aprovechar las últimas horas tomando algo y disfrutando de la compañía de otros, antes de que comenzara el confinamiento por el coronavirus en Austria.
Pero lo que podría haber sido una noche agradable y entretenida se transforma en un escenario del horror. "Quería caminar hacia la estación de metro Schwedenplatz”, cuenta un testigo, Florian L., al canal ORF, "y luego alguien bajó desde la escalera de la iglesia de San Ruperto y comenzó a dispararme”. Algunos videos muestran la luz azul de las sirenas de la Policía rodeando el Schwedenplatz, a orillas del canal del Danubio. Unidades especiales de la Policía patrullaban la zona y pedían a los peatones que se quedaran donde estaban. Algunos hoteles echaban de sus recepciones a los que tratan de esconderse allí buscando refugio, mientras otros les ofrecían pernoctar allí, informa ORF. En una sala de conciertos, el violinista Martin Grubinger tocó varias piezas más antes de finalizar su actuación, a pedido del público, para que los espectadores no tuvieran que salir a la calle.
"El atacante simpatizaba con Estado Islámico”
Delante de la iglesia más antigua de Viena, la Sankt Ruprechts Kirche, o iglesia de San Ruperto, un atacante fue tiroteado por la Policía. El ministro austríaco del Interior, Karl Nehammer, del Partido Popular Austríaco (ÖVP), confirmó este martes por la mañana en conferencia de prensa un informe del diario alemán Bild: "El atacante simpatizaba con la organización terrorista Estado Islámico”. Llevaba consigo no solo un fusil de asalto, sino también una bolsa llena de municiones. Y tenía puesto un cinturón explosivo que, al final, "resultó ser falso”, explicó el ministro.
El perpetrador, que murió en el tiroteo con la Policía, habitaba en un departamento en Viena. La vivienda "fue abierta con explosivos” esa misma noche y fue registrada, informó Franz Ruf, director general de Seguridad Pública del Ministerio del Interior. El atacante tenía 20 años, nació en Austria y era de origen albanés, de Macedonia del Norte. Tenía antecedentes penales por pertenecer a una asociación terrorista.
También hubo otras personas detenidas. En imágenes que circulan por los medios se ve a cuatro hombres con el torso desnudo, arrodillados y con las manos detrás de la nuca, que son vigilados por la Policía. En total, en la noche del lunes se movilizó a unos 1.000 policías en Viena. Aún se sigue buscando a un segundo presunto atacante.
El canciller austríaco, el conservador Sebastian Kurz, no descarta que el atentado haya tenido "motivos antisemitas”, ya que comenzó en las cercanías de la sinagoga en la Seitenstettengasse. Allí, atacantes palestinos llevaron a cabo un atentado en 1981, por lo cual el ministro del Interior dijo que el lunes había sido "el día más aciago para Austria en muchos años”. Eso "despierta recuerdos”, dijo, por su parte, el rabino Hofmeister.
Al darse a conocer la noticia del atentado, los voluntarios fueron llamados a prepararse para ayudar a posibles víctimas. La Policía estuvo presentes en las calles del centro de Viena. El ministro del Interior pidió por Twitter a los habitantes "evitar ir al centro” de la ciudad y no usar los transportes públicos. Había mucha gente atrapada en el centro de Viena que no podía circular, y algunos buscaban un refugio vía Twitter. El balance de esa noche: al menos 18 personas heridas en el atentado terrorista, siete de ellas en estado de gravedad, debido a "heridas de bala y de arma blanca”, según dijo el jefe del Equipo de Rescate de Viena a ORF, además de un muerto, el atacante. Otros posibles sospechosos siguen fugitivos.
Crítica a medios de masas
El ORF, canal público de Viena, emite casi las 24 horas en vivo. Los reporteros del ORF informaron el lunes por la noche desde todos los rincones de la ciudad. También había algunos equipos de filmación que trataron de captar la atmósfera del último día antes del confinamiento. Pero todo resultó ser diferente a lo que se esperaba. Con conexiones en vivo, y a pesar de problemas con la técnica, la emisora trató de mantener informada a la gente sobre el atentado.
Sin embargo, hubo varias noticias falsas. Florian Klenk, redactor en jefe del periódico vienés "Falter”, hizo circular el rumor sobre una toma de rehenes que luego resultó ser eso, solo un rumor. Klenk se disculpó en público: "En medio del estrés de esa noche, y debido a la conmoción que produjeron los sucesos, hice circular la noticia que me había enviado un policía”, tuiteó. "La fuente era seria, pero la noticia, por suerte, era falsa. Lo siento”.
Ya entrada la noche, el panorama seguía siendo incierto. El canciller Kurz habló de una "situación tensa”. Los informes de varios medios masivos austríacos fueron criticados. La emisora oe24 y la página web del diario Kronen-Zeitung publicaron videos donde un atacante disparaba a un paseante que yace en el suelo. El diario alemán Bild al menos pixeló el rostro de la víctima. Durante la noche, cerca de 300 quejas llegaron al Consejo Austríaco de Prensa porque se violó "la dignidad de las víctimas”. "Me parece importante que hablemos sobre el manejo de la información de oe24, ya que traspasó un límite”, tuiteó la periodista Ingrid Brodnig.
Se suspendieron las clases en Viena
Este martes por la mañana sigue sin quedar claro cuántos atacantes hubo en los seis lugares de Viena donde se llevaron a cabo los atentados, y cuántos siguen fugitivos. El "triángulo de las Bermudas” en la ciudad antigua parece habérselos tragado. El lunes por la noche, el Ministerio del Interior austríaco decidió cerrar las fronteras, y el Ejército asumió la protección civil para que la Policía pueda enfocarse en la búsqueda de los sospechosos. Las clases se suspendieron, se recomienda que los niños permanezcan en casa, y quien no tiene que viajar al trabajo, es mejor que también lo haga.
"No dejaremos que los atentados nos quiten nuestras libertades fundamentales”, subrayó el ministro del Interior, Nehammer. Los atacantes de Viena aprovecharon la necesidad de la gente de salir durante la pandemia, para disfrutar de un poco de libertad antes del confinamiento. Si hubieran atacado un día más tarde, ya habría entrado en vigor el confinamiento. A partir de este martes (3.11.2020), restaurantes, bares y establecimientos culturales permanecen cerrados. Pero el ataque terrorista en Viena desplazó a la pandemia de los titulares.
(cp/ers)