Así se descubre una moneda falsa de dos euros
29 de abril de 2024El dinero que usamos a diario es solo papel impreso o metal estampado. Si el pago es electrónico, como ocurre cada vez más, entonces no se trata más que de datos electrónicos. El valor real del dinero proviene de la confianza que tenemos en él: cada persona debe poder contar con que el dinero posee el valor que dice tener.
Las monedas falsificadas provocan daños económicos que nos afectan a todos. Quien recibe un pago con dinero falso soporta costos adicionales, pues las autoridades policiales podrían confiscarlo sin derecho a compensación económica. Por ello los estados se toman en serio la falsificación.
Larga investigación, enorme éxito
El miércoles 24 de abril se informó que la Policía Nacional de España había desmantelado una red de falsificación de dinero que supuestamente ha puesto en circulación monedas falsas de 2 euros en toda Europa. Con ayuda de Europol, las autoridades españolas descubrieron un taller en la ciudad de Toledo que fue descrito como el hallazgo en esta materia "más importante en Europa en los últimos 10 años".
La red habría introducido en el mercado europeo unas 500.000 monedas "de alta calidad". Diez individuos, todos chinos, fueron arrestados. La Policía dijo que estuvieron tras el caso seis años, y describieron las investigaciones como "extremadamente difíciles y largas, no solo por la naturaleza secreta de la organización, sino también por la casi imposibilidad de poder seguir un rastro".
Aunque el daño económico total en este caso no fue muy significativo (medio millón de monedas de 2 euros valen un millón de euros), la operación policial no debe ser subestimada. Alguien que es capaz de poner en circulación monedas falsificadas durante tanto tiempo sin ser detectado supone un problema, especialmente a la hora de garantizar a la ciudadanía que su dinero está seguro y mantendrá su valor.
¿Cómo reconocer una moneda falsa?
Es relativamente fácil identificar los billetes falsos. Las medidas de seguridad que han implementado los bancos centrales son sofisticadas y han sido bien comunicadas. Casi todos están familiarizados con el hilo de seguridad y el holograma. Además, la calidad del papel moneda hace que sea difícil de imitar, y un billete falso tiende a ser muy notorio. Con las monedas puede ser un poco distinto, aunque estas también tienen elementos que los falsificadores no pueden replicar.
En Alemania, el Banco Federal es responsable de la fabricación de las monedas alemanas. En su sitio web contiene algunas descripciones sobre la seguridad de éstas. "No es necesario ser un experto para distinguir las monedas falsas de las reales", se lee allí, junto a formas concretas de detectar posibles falsificaciones. Para los expertos esto no reporta problema alguno, pues existe un dispositivo certificado para la detección de monedas.
Por supuesto, esto no ayuda mucho a las personas comunes y corrientes. Por ello, el banco recomienda prestar atención "a la primera impresión". En una moneda real, la imagen tiene un relieve claramente distinguible. Si esto no ocurre, hay que encender las alarmas, porque las imágenes de las monedas falsificadas suelen estar mal impresas y tener cicatrices, manchas, rayas o muescas, dice el sitio web.
Truco con los imanes
El Banco Federal alemán parece creer que todo el mundo anda por ahí con un imán en el bolsillo. Aunque quizás no sea el caso, su consejo de todas maneras puede servir: "Debido a un material de seguridad especial, la parte central de las monedas de 1 y 2 euros es ligeramente magnética. Esto significa que las monedas son atraídas por los imanes y se caen si se sacude el imán", dice la web del banco.
Sin embargo, "el anillo exterior de las monedas de 1 y 2 euros, así como las de 10, 20 y 50 céntimos, no es magnético", mientras que las de 1, 2 y 5 céntimos, que están hechas de cobre y acero, son también ligeramente magnéticas, en toda su superficie. Quizás, aparte de un imán, se haga necesario también llevar una nota que recuerde las características de las distintas monedas, y así evitar portar algo falso en el bolsillo.
(dzc/lgc)