Así capitalizó la ultraderecha la indignación en Reino Unido
7 de agosto de 2024Diversos disturbios han sacudido varios lugares del Reino Unido desde que un ataque con cuchillo en una clase de baile temática sobre Taylor Swift, en la ciudad de Southport, causara la muerte de tres niñas y heridas a varias más.
El presunto autor fue Axel Rudakubana, un joven de 17 años nacido en Cardiff (Gales), de padres ruandeses. Las protestas en reacción al ataque han adquirido la dimensión de un enfrentamiento étnico o sectario. Fueron incendiados hoteles en los que se alojaban solicitantes de asilo, hubo destrozos en edificios públicos y ataques contra comisarías de policía, cometidos por multitud de agitadores en diversas partes del país.
¿Cómo el ataque perpetrado por un joven de 17 años de Cardiff de padres ruandeses y creencias cristianas, llegó a desencadenar estos disturbios dirigidos contra musulmanes?
En un principio, las leyes de protección de datos del Reino Unido impidieron a la Policía revelar el nombre del sospechoso del ataque, un menor de edad, algo que aprovechó la ultraderecha. Según explica a DW Rosa Freedman, profesora de la Universidad de Reading, "al no conocerse el nombre del atacante, la extrema derecha no perdió la oportunidad de culpar a su enemigo favorito: los inmigrantes musulmanes".
"La ultraderecha difundió rumores de que era un inmigrante irregular, que era musulmán", dice Freedman a DW. Esto no causó los disturbios, subraya la experta, pero sí encendió la chispa del miedo y el odio, "que ha sido azuzado en el Reino Unido por el anterior Gobierno conservador, así como por algunos periódicos y grupos de ultraderecha desde antes del brexit."
Finalmente un juez levantó el anonimato del nombre del atacante, pero, para entonces, la nueva y la vieja ultraderecha del Reino Unido habían logrado reunir suficiente impulso para su campaña, sobre todo en Internet.
La nueva ultraderecha británica
La nueva ultraderecha del Reino Unido es una mezcla de pequeños grupos que tienen una influencia desmesurada en Internet gracias a su capacidad para aprovechar algunas quejas genuinas de la gente, pero, sobre todo, utilizan las redes sociales para provocar rechazo contra inmigrantes y musulmanes.
Un actor clave en el ecosistema de la ultraderecha del Reino Unido es Stephen Christopher Yaxley-Lennon, que ha adoptado el nombre de Tommy Robinson. Se trata de un antiguo miembro del ultraderechista y fascista Partido Nacional Británico (BNP) y cofundador de la Liga de Defensa Inglesa (EDL), un grupo de ultraderecha contrario a la inmigración.
El BNP no tiene ni un solo representante electo en el Reino Unido, y la EDL hace tiempo que se considera desaparecida. Los medios de comunicación británicos han informado que el Gobierno está estudiando la posibilidad de proscribir el grupo por ser una organización extremista.
El EDL se creó en Londres en 2009 y muchos de sus seguidores eran aficionados al fútbol que creían que los musulmanes nunca podrían ser verdaderamente ingleses. Los excesos de hinchas del fútbol están asociados desde hace mucho tiempo a la actividad de la ultraderecha en el Reino Unido. Yaxley-Lennon sigue siendo una figura influyente entre los seguidores del EDL y difunde su mensaje antiinmigración, antimusulmán y antipolicial a través de sus 900.000 seguidores en X.
Andrew Tate, un influencer británico-estadounidense que actualmente está a la espera de juicio en Rumania, acusado de violación y tráfico de personas, también ha acusado a la Policía del Reino Unido de ponerse del lado de los inmigrantes y los musulmanes, aunque él mismo es mestizo y se ha declarado musulmán converso. Tate fue uno de los primeros en iniciar el rumor que condujo a la reciente violencia, pues sugirió que el atacante de Southport había "llegado en un barco hace un mes". En un post en X, compartió una imagen de un hombre en una lancha neumática sosteniendo un cuchillo en una mano y libras esterlinas en la otra. El post decía: "Típico hombre de Cardiff".
Atizar la desconfianza contra la Policía
Sembrar la desconfianza contra la Policía y empañar su credibilidad es otra táctica ampliamente adoptada por los actores de ultraderecha de todos los colores en el Reino Unido. Según los expertos, esto pone a la gente en contra de las fuerzas del orden, animándola a recurrir a la violencia.
Matthew Hankinson, miembro convicto del grupo neonazi Acción Nacional, prohibido por el Gobierno británico en 2016, asistió a los disturbios de Southport y, al parecer, abogó por matar a policías corruptos. Según la BBC, Hankinson acusó a la Policía de oprimir a la gente que simplemente protestaba por el asesinato de "niños blancos".
Por su parte, Nigel Farage, líder del Partido Reformista, también parece haber cuestionado la sinceridad de la Policía, y aseguró preguntarse "si se nos está ocultando la verdad".
Paul Golding, colíder de otro partido político fascista de ultraderecha llamado Britain First, publicó posteos en X cuestionando la imparcialidad de la policía. Según los expertos, este tipo de acusaciones contra la Policía suelen ir unidas a contenidos antimusulmanes para generar, deliberadamente, un falso vínculo.
La ultraderecha, agradecida a Elon Musk
Elon Musk, propietario de X, se ha convertido en el mayor defensor de la ultraderecha británica. El año pasado, Yaxley-Lennon dio las gracias al magnate por restablecer su cuenta en X después de que fuera bloqueado por publicar contenido que incitaba al odio.
En una polémica acción, Musk publicó que una "guerra civil es inevitable" en Gran Bretaña. Cuando Starmer se dirigió a los ciudadanos en X diciendo que no se tolerarán "ataques contra mezquitas o comunidades musulmanas", Musk inició una guerra verbal, insinuando que el primer ministro no estaba interesado en la seguridad de todas las comunidades.
Golding, de Britain First, aprovechó el cuestionamiento de Musk al primer ministro británico, publicando un emoji aplaudiendo y diciendo que Musk estaba "desenmascarando a Keir Starmer".
Por otro lado, en una nota titulada "Desórdenes violentos provocados por la desinformación y los rumores en las redes sociales", BJ Harrington, responsable de orden público del Consejo Nacional de Jefes de Policía, afirma: "La desinformación es un factor de enorme importancia para el orden público. La desinformación es una de las principales causas de esta violencia atroz, y sabemos que muchos de los asistentes a estas supuestas protestas lo hacen en respuesta directa a lo que han leído en Internet. A menudo, los mensajes son compartidos y amplificados por cuentas de alto perfil. Estamos trabajando duro para contrarrestar esto". En su mensaje, Harrington pide a la gente que, "por favor, preste especial atención a lo que lee, comparte y cree de fuentes online".
(ms/ers)