Arte robado por los nazis: "Una cuestión de origen"
El caso Gurlit trajo a la luz el robo de obras de arte a judíos por los nazis. El Museo de Arte de Bremen presenta ahora los resultados de un proyecto de investigación sobre el tema en una exposición.
"Una cuestión de origen"
Cuando el Museo de Arte de Bremen obtuvo fondos para someter a su colección a una investigación sobre su procedencia, hace tres años, nadie conocía aún el “caso Gurlitt”. En muchos museos alemanes hay obras de arte robadas a familias judías por los nazis, que llegaron al mercado a través de los marchantes de Hitler. La exposición "Una cuestión de origen" da cuenta de los resultados de la pesquisa.
¿Robo o compra legal?
“La avenida de los papagayos” (1920), de Max Liebermann, fue comprada por el coleccionista Heinrich Glosemeyer y es parte del Museo de Arte de Bremen. La investigación demostró que el matrimonio de coleccionistas Glosemeyer la compró legalmente.
El destino de Max Liebermann
El pintor judío Max Liebermann fue destituido de su cargo como presidente de la Academia de las Artes por los nazis en 1933 y se le prohibió seguir pintando. Muchas de sus obras y de sus bienes fueron a parar a las colecciones de arte robado de los nazis. El proyecto del Museo de Arte de Bremen fue impulsado por la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano por resolución del Parlamento alemán.
Huellas de procedencia
El dorso de una pintura es la parte más importante para los investigadores. Aquí, un lienzo de cartón del pintor Peter Burnitz: “Estanque con orilla de juncos”. En el reverso se hallan las iniciales de todos los compradores y sus predecesores. Luego de la II Guerra Mundial, las obras robadas por los nazis fueron marcadas con tiza, un indicio valioso para la pesquisa.
Comercio con el arte en Ámsterdam
El jurista Hugo Oelze provenía de una renombrada familia de comerciantes de Bremen. Vivió desde 1920 en Ámsterdam, donde comerciaba con obras de arte en estrecho contacto con su ciudad y logró formar así su colección privada. Después de su muerte donó al Museo de Arte de Bremen cinco pinturas de renombre que están siendo investigadas actualmente.
Herencia polémica
Esta valiosa pintura, “Almuerzo en la hierba”, del pintor francés Camille Pissarro, es de 1882 y fue adquirida por Hugo Oelze (1892-1967) para su colección privada. Oelze la donó en 1967 al Museo de Arte de Bremen, pero su procedencia legal no ha podido ser atestiguada por completo a pesar de las investigaciones.
Una vida por el arte
El ya fallecido coleccionista alemán Cornelius Gurlitt vivió sus últimos días totalmente aislado en su departamento y rodeado de obras de arte. También el coleccionista y artista Arnold Blome (foto de 1966) había llenado su vivienda con cuadros y objetos de arte. La colección de Blome no contenía obras robadas a los judíos por los nazis, según la investigación.
Esclarecimiento total
Con la exposición “Una cuestión de origen”, el Museo de Arte de Bremen es pionero en cuanto a la búsqueda de transparencia de su colección de arte, y este tipo de exhibición de los resultados de la pesquisa podría hacer escuela. El director del museo, Christoph Gruneberg (foto) invitó a los investigadores a una serie de conferencias, también sobre el caso Gurlitt, en el que aún trabajan.