Arquitectura natural: visiones ecológicas para los espacios urbanos
20 de julio de 2009"Soy un arquitecto y un utópico", dice Luc Schuiten. El arquitecto vive y trabaja en Bruselas y cree, como tantos otros, que la ciudad no tiene futuro si las cosas no cambian pronto. "Uno no se puede sentir bien viviendo rodeado de contaminación y sombrías perspectivas", asegura este visionario de 65 años. "Así que yo intento idear alternativas", señala.
Por primera vez, los dibujos y diseños de este hasta ahora relativamente desconocido arquitecto son expuestos en la capital belga. Para entrar a la instalación, llamada "Ciudad Vegetal", hay que atravesar un corredor hecho de ramas adornadas con pequeñas luces amarillas que parpadean al ritmo de las pulsaciones de un corazón.
Nada más atravesar el pasillo, los visitantes se encuentran con unos modelos arquitectónicos equilibrados, coloridos, como ciudades de cuentos de hadas en las que las gentes han organizado su existencia para vivir en armonía con la naturaleza. Formas circulares que se convierten en triangulares entrelazadas unas con otras son la representación del estilo de Schuiten.
Inspirado por la naturaleza
"Los 'Jardines Verticales' son un proyecto que puede contribuir a cicatrizar las heridas de las ciudades", dice Schuiten, y le brillan los ojos cuando habla de su concepto: crear áreas verdes que se extiendan sobre las zonas peatonales y las fachadas de los edificios. "La idea es que la vegetación aquí sirva de escultura herbal y transmita una sensación poética", explica, añadiendo: "al mismo tiempo, estamos ante un espacio para el descanso, un lugar pacífico en el que redescubrir lo perdido: la naturaleza."
Ninguna de estas visiones de Schuiten se ha llevado nunca a la práctica. Sin embargo, el arquitecto está convencido de que serían realizables si alguien tuviese el valor requerido para darles vida. A construir casas ecológicas para clientes privados se dedica desde los años 70. La naturaleza no deja de ser su inspiración.
"La naturaleza es lo único sostenible y, si usamos materiales vivos para edificar nuestras casas, automáticamente desarrollamos cosas que a la larga nos otorgarán la misma sostenibilidad", asegura Schuiten. Él lo llama "arquiarborescencia": es la combinación entre arquitectura y arborescencia, la "estructura de los árboles".
Por la carretera
Para dar a conocer sus ideas al gran público, el arquitecto empezó recorriendo Bruselas con un vehículo eléctrico a tres ruedas. El artefacto, con dos asientos y el anuncio de la exposición en los laterales, se asemeja a una mezcla entre bicicleta y sidecar y se maneja haciendo uso de unos mandos.
"Nada de ruido, nada de contaminación", dice el diseñador mientras empuja el vehículo de la acera a la calle, llamando la atención de los curiosos y los restantes conductores a lo largo de todo el camino. "Si voy a más de 100 kilómetros por hora tengo que pedalear", dice, "pero me encanta pedalear: ¡me mantiene en forma! Ahorro energía mientras conduzco y me divierto al mismo tiempo."
Según el arquitecto, en el futuro la gente sólo conducirá coches pequeños y eléctricos que se podrán cargar en surtidores de electricidad en distintos puntos de las calles. Los camiones llevarán acoplados unos remolques especiales.
Viviendo su sueño
Al llegar a su casa en un barrio de Bruselas, Schuiten aparca su vehículo en el garaje. La elegante fachada del adosado esconde un interior repleto de madera, diseñado siguiendo el estilo del arquitecto.
Junto a la casa, se encuentra el estudio en el que trabaja Schuiten. Entre los dibujos cuidadosamente archivados y las carpetas se extienden cuadernos de bocetos y cientos de libros sobre los estantes.
Las ideas se le ocurren instantáneamente, dice. En cuestión de segundos, un simple esbozo puede convertirse en la gigantesca visión de una ciudad entera.
Autor: Nina Plonka (als)
Editor: Emilia Rojas