Arqueología del Horror: un testimonio del régimen nazi
13 de mayo de 2005
El Museo de Prehistoria e Historia Antigua de Berlín inauguró una exposición con reliquias de los tiempos del nacionalsocialismo. Bajo el titulo "Arqueología del Horror", la exposición muestra objetos del día a día del régimen de Hitler y la Segunda Guerra Mundial, desde marcas de identidad de prisioneros de guerra hasta expedientes de la dictadura.
"Son descubrimientos problemáticos" declaró el curador de la muestra, Heino Neumayer, en la presentación de la exposición, "entre los arqueólogos, las reliquias de la época nacionalsocialista son muy controvertidas". Por ello, los expertos siempre han polemizado sobre la conservación o la destrucción de todo aquello que recuerde al régimen de Hitler.
Berlín se decidió sin embargo a conservar estas pruebas de la época. Eso si, sin tener que recurrir a excavaciones para buscarlas. Los objetos fueron encontrados en las diferentes obras de construcción realizadas en la capital alemana tras la reunificación.
Bunker transformado en monumento
Para el restaurador Jörg Haspel, incluso el llamado "Fahrerbunker" debería ser considerado como monumento. Su construcción data de 1941 y su función era albergar a los conductores y la escolta de Hitler. Durante la búsqueda de munición enterrada previa al concierto de Pink Floyd "The Wall", el bunker quedó al descubierto al lado del muro de Berlín. La exposición muestra fotos de las pinturas de las paredes del bunker, donde soldados de las SS se mostraban como héroes.
Entre los restos hallados en la construcción subterránea no deja de ser una curiosidad los restos de botellas de vino y licores vacías, además de numerosos vasos. Parece que en los últimos días antes de la caída de Berlín, los escoltas terminaron con las existencias de la bodega de Hitler. Otros objetos como pistolas oxidadas, monedas y cascos también contribuyen a documentar el Berlín de la guerra.
Testimonio del horror
La calidad de los hallazgos no significa que la exposición sea un análisis histórico. Todavía se pueden encontrar diferentes objetos de este tipo en anticuarios. El director el museo, Wilfried Menghin, esta a pesar de eso a favor de la conservación de las piezas. Por su autenticidad, son los mejores testigos de la época del terror para los que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial.
A través de los expedientes encontrados, se descubrieron construcciones de las SS hasta ahora desconocidas, donde los prisioneros estaban obligados a trabajos forzados. También esqueletos de víctimas de la guerra se han encontrado entre los restos. " Estos hallazgos no tienen cabida en la exposición. Sería irreverente", declara Menghin. Por el contrario, los restos serán protegidos e investigados para relacionarlos con sus familiares.
La exposición, alojada en el castillo de Charlottenburg, quiere representar la época del horror por la que pasó Alemania hace sesenta años, un testimonio histórico para las generaciones