Armenia y Azerbaiyán: ¿nueva oportunidad para la paz?
20 de septiembre de 2023Varias ciudades del enclave caucásico de Nagorno-Karabaj fueron atacadas ayer, 19.09.2023, por Azerbaiyán. "En estos momentos, la capital, Stepanakert, y otras ciudades y pueblos están bajo un intenso fuego", dijo en Facebook la Oficina de Representación de Nagorno Karabaj, con sede en Armenia. El Ministerio de Defensa de Bakú, por su parte, sólo habló de una "operación antiterrorista de carácter local para restablecer el orden constitucional" en la región. El objetivo era expulsar al Ejército armenio por completo de la región.
Este miércoles, 20 de septiembre, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, anunció que su país había recuperado el control sobre Nagorno Karabaj con un operativo relámpago del Ejército azerbaiyano, supuestamente para frenar un ataque de saboteadores. Los combatientes separatistas armenios finalmente depusieron las armas.
Nagorno Karabaj (también llamado Alto Karabaj) es objeto de una dura disputa desde hace décadas. La región, de mayoría armenia, está geográficamente rodeada por Azerbaiyán. Sólo una carretera de acceso, el llamado "corredor de Lachín", la conecta con el Estado de Armenia, a través del cual, normalmente, se abastece de mercancías.
Pero desde diciembre de 2022, esa carretera está bloqueada por Azerbaiyán. Desde entonces, la región está en gran medida aislada del mundo exterior. Al principio, al menos la Cruz Roja Internacional y las tropas rusas, que debían supervisar un acuerdo de alto el fuego negociado entre Armenia y Azerbaiyán en 2020, pudieron llevar ayuda a la región.
En junio, tras una escaramuza entre soldados armenios y azerbaiyanos en la frontera común, Ilham Alyev, reforzó el bloqueo, dejando desde entonces completamente solos a los habitantes del enclave. No se sabe exactamente cuántas personas tienen que soportar esta situación. Según cifras armenias, el número asciende a 120.000, mientras que Azerbaiyán habla de bastantes menos habitantes.
Principio de integridad territorial vs autodeterminación
Geográficamente, la región de Nagorno Karabaj se encuentra dentro de Azerbaiyán, que invoca el principio de integridad territorial en su reivindicación de la zona. Sin embargo, está habitada mayoritariamente por armenios, por lo que Armenia insiste en la autodeterminación de la población. Partes de Nagorno Karabaj ya se declararon independientes en 1991. Sin embargo, ningún Estado del mundo lo reconoce, ni siquiera Armenia, presumiblemente porque no quería imposibilitar desde el principio las negociaciones de paz con Azerbaiyán.
En 2020 estalló una segunda guerra entre ambos Estados por la región. Se estima que, desde el estallido del conflicto, han muerto en total unas 35.000 personas. Cientos de miles de personas han tenido que huir.
En Bruselas, Washington y Moscú, con la mediación de la Unión Europea, Estados Unidos o Rusia, representantes de Bakú y Ereván se han reunido varias veces en los últimos dos años en un intento de transformar el frágil acuerdo de alto el fuego en un tratado de paz duradero. Sólo bajo la mediación de la UE se han celebrado ya seis negociaciones.
En mayo de este año, el presidente de Armenia, Nikol Pashinyan, sorprendió a la opinión pública con el polémico anuncio de que podría reconocer Nagorno Karabaj como parte de Azerbaiyán, siempre que los armenios de la zona recibieran amplios derechos y garantías de seguridad como minoría protegida. Pero el autoproclamado "gobierno" de Nagorno Karabaj, que desde 2017 se autodenomina "República de Arzaj", rechaza con vehemencia la integración en el Estado azerbaiyano.
¿Qué papel desempeñan los Estados vecinos?
Las negociaciones se han complicado aún más por los intereses de las potencias vecinas de la región, en primer lugar Turquía y Rusia. El gobierno de Ankara ha apoyado más o menos abiertamente a Azerbaiyán en el pasado. Uno de los motivos son las grandes similitudes étnicas y culturales entre los países de habla turca: ambos suscriben el principio de "una nación, dos Estados". Además, Turquía es un importante comprador de gas natural azerbaiyano.
La situación es mucho más complicada desde el punto de vista ruso: Moscú suministra armas rusas a ambas partes en conflicto, pero sólo Ereván paga un precio preferente. Además, Rusia mantiene una base militar en la segunda ciudad más grande de Armenia, Gyumri.
Aún no está claro cómo reaccionará Moscú ante la nueva escalada en el Cáucaso. Es poco probable que Moscú tenga interés en desestabilizar la región mediante una guerra. Sin embargo, parece que el Kremlin, cuya atención está centrada en Ucrania, ya no consigue mantener la frágil estabilidad en el Cáucaso meridional. Esto encaja con los informes de que Rusia fue informada de la "operación militar" azerbaiyana sólo unos minutos antes de que comenzara.
Está por verse si la paz entre ambos países, que se firmaría en otoño, según diplomáticos, está hoy un poco más cerca.
(jov/cp)