Argentinos abucheados en Brasil
15 de agosto de 2016En un artículo titulado “Hooligans olímpicos, tienes que amarlos”, publicado el fin de semana en el diario alemán Die Zeit, el corresponsal en Río de Janeiro, Christian Spiller, elogiaba la actitud de los aficionados brasileños que acuden a las competiciones que se celebran en la ciudad carioca:
“Gritan, abuchean y se pegan. Los brasileños son los aficionados más ruidosos e insolentes que ha habido nunca en unos Juegos Olímpicos. Una semana después de la apertura, todavía no se respira el ambiente olímpico en la ciudad. Pero, en cuanto los atletas brasileños aparecen en el gimnasio, en las piscinas o en los estadios, basta con tocar el himno nacional para que los escépticos se conviertan en fanáticos.
Gritan, berrean y cantan hasta donde se lo permiten sus cuerdas vocales. A veces, incluso, se ven “olas”, pero eso es cosa de niños. A los brasileños, simplemente, les gusta saltar envueltos en una bandera. Y cantan fervorosamente una canción en la que afirman ser brasileños, con orgullo y con amor. Pero los brasileños apenas piensan en sí mismos. También tienen corazón para los perdedores. Preferiblemente para países pequeños, de los cuales nunca han oído hablar, como las jugadoras de fútbol de Zimbabue. Con ellos, los argentinos son los únicos que no tienen la vida más fácil”.
Brasil-Argentina, rivalidad histórica
Y es que, como no podía ser de otra forma, la rivalidad forjada en el mundo del fútbol entre argentinos y brasileños traspasó hace tiempo las fronteras del deporte y se convirtió en algo social. Aunque casi siempre en tono jocoso, la animadversión entre unos y otros llegó también a los Juegos Olímpicos. Así, cada vez que toma parte un argentino en una competición en Río de Janeiro, los aficionados brasileños aprovechan la ocasión para pitar, abuchear y desear mala suerte a sus vecinos del sur.
Al tenista argentino Juan Martín del Potro, plata el domigo (14.08) en el cuadro individual, cada vez que recibía gritos de aliento por parte de sus compatriotas, los aficionados brasileños le lanzaban silbidos. Su partido contra el portugués Joao Sousa, incluso, tuvo que ser suspendido al principio del tercer set por una pelea entre argentinos y brasileños en la grada.
Pero tanta culpa tienen unos como otros. Los jugadores del combinado argentino de baloncesto Luis Scola, Manu Ginóbili y Andrés Nocioni, criticaron a sus compatriotas después de que estos aprovecharan el partido ante Nigeria para rememorar el 7-1 recibido por Brasil ante Alemania en el Mundial de fútbol celebrado en 2014.
"No quiero que pierda Brasil. Solo quiero que pierda cuando juega contra la Argentina. Me parece una tontería cantar contra un equipo que ni siquiera está en la cancha", dijo Scola. Y añadió: "Preferiría no escuchar los cánticos en contra de Brasil, sino a favor nuestro. Eso es algo muy futbolero, que realmente no aprecio".
A pesar del enfado de los argentinos, parece que al presidente Mauricio Macri al final le conmovió la foto de familia que se tomaron los jugadores de rugby de ambos combinados: