Argentina: la economía preelectoral
17 de octubre de 2017A menos de una semana de las elecciones legislativas en la Argentina, todo indica que los candidatos del actual Gobierno triunfarán con relativa comodidad en todo el país. También en la provincia de Buenos Aires, donde se postula a senadora la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Con mayorías parlamentarias aseguradas, Macri podría emprender reformas económicas más de fondo, que profundicen los cambios que la Argentina ha experimentado desde el comienzo de su Gobierno, a fines de 2015: liberalización, desregulación, sinceramiento en los precios, apertura al exterior, realismo cambiario y un gradual ajuste de las cuentas públicas. A ello se le agregó una política de lucha contra la corrupción, defensa del Estado de derecho y del pluralismo que apuntala su política económica.
La estrategia está dando resultado. Luego de una contracción económica del 2,2% en 2016, concentrada en los primeros meses del año y atribuida a los coletazos de la gestión anterior, la economía comenzó a recuperarse.
"Hay sectores que están creciendo a buen ritmo. Principalmente, la construcción y el agro. El año electoral significó también un fuerte aumento de obra pública. El consumo de asfalto y cemento se ubican en picos máximos”, dijo a DW Amílcar Collante, economista jefe de la asesoría económica argentina CESUR.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (INDEC), de mediados de 2016 a mediados de 2017, el PBI creció un 2,7 por ciento, la actividad industrial un 5,1 por ciento y la construcción incluso un 13 por ciento, mientras que el índice de pobreza cayó de un 32 a un 28,6 por ciento.
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"Algo que motoriza a la economía es el gran impulso de los créditos, especialmente personales, sobre todo hipotecarios, que crecieron últimamente a más del 70 % interanual. Se espera que en 2018, si Brasil crece a buen ritmo, también haya un repunte del sector de los automotores”, agrega el experto.
Los problemas que subsisten
Pero también hay todavía problemas. El déficit fiscal sigue siendo considerable: 5% del PIB en 2017 según la consultora Moody's. Y el déficit comercial llegará este año probablemente a unos 4.500 millones de dólares. La proyección de exportaciones para 2017 se sitúa en 59.000 millones (+2,2%), mientras que las importaciones llegarían a 63.500 millones de dólares (+14%).
El aumento de las importaciones, consecuencia de la liberalización del mercado cambiario, refleja un aumento del consumo de bienes importados, hasta 2015 reprimido, pero también de la importación de bienes de capital y maquinaria, que apuntalan el crecimiento económico.
Otro factor que el Gobierno no ha logrado aún dominar del todo es la inflación: para este año se calcula en un 22 por ciento, bastante más que el 17 por ciento pronosticado por el Gobierno, si bien mucho menos que el 40 por ciento registrado en 2014. Y la tendencia es que siga a la baja: para el 2018, el FMI prevé un aumento de precios del 18 por ciento.
¿Más votos para Macri?
El Gobierno confía en que las buenas cifras económicas palpables en la vida diaria, el aumento del empleo y de los salarios reales, se traduzcan en votos en la prueba electoral del 22 de octubre. Las encuestas, hasta ahora, dan alas al optimismo oficial.
"Según las encuestas, Cambiemos (la formación oficialista) obtendría un resultado electoral muy importante el 22 de octubre. La definición más importante será la de la Provincia de Buenos Aires, donde Cambiemos intentará dejar atrás al kirchnerismo. Las encuestas marcan que ganaría por dos o tres puntos, lo cual le daría mayor gobernabilidad de cara los dos años de gestión que le quedan a Mauricio Macri”, dice el experto.
"Eso permitiría implementar las reformas estructurales que se necesitan. La más importante es la reforma tributaria. Ya la provincia de Buenos Aires anunció que rebajaría el impuesto a los ingresos brutos. Seguramente también se trabaje sobre una reforma para reducir los costos laborales. También una posible rebaja de impuestos sería clave”, concluye Collante.