Jorge Luis Borges logró universalizar Buenos Aires escribiendo tangos con Piazzola, y su arquitectura francesa le dio cimientos a esa gran ciudad. Fueron cuatro décadas de finales de los 1800 a principios de los 1900 en que se podía hablar de una ciudad capital de alto crecimiento económico, y de un esplendor social y cultural. "Éramos una potencia regional", dice Eduardo Lazzari en entrevista con Pía Castro, presidente de la Junta Central de Estudios Históricos de Buenos Aires y un reconocido historiador de la ciudad. Tanto Eduardo como sus colegas luchan por recuperar esas pequeñas historias que sazonan la gran historia de esta gran ciudad del Cono Sur. "Buenos Aires se conforma con más liberalidad porque queda más lejos de México y Perú. Las instituciones españolas no tenían gran peso ya ahí", dice Eduardo. Pero ya desde hace un par de décadas que la reputación de Buenos Aires, y en general de Argentina, está por los suelos: crisis, criminalidad, desempleo... Todo esto merma incluso en la gran arquitectura de la ciudad. Acompañen a Pía Castro a dar esta vuelta por su Buenos Aires natal para verlo con sus propios ojos.