¿Apoyan bases estadounidenses a la NSA?
3 de agosto de 2013"En suelo alemán, hay que atenerse al derecho alemán, y eso vale para todos“, dijo la canciller, Angela Merkel, en su última conferencia de prensa antes de las vacaciones de verano. El comentario se refería a las posibles actividades de los servicios secretos estadounidenses en Alemania.
Luego de que la canciller se fue de vacaciones, apareció –con las últimas revelaciones del diario británico The Guardian sobre el programa de espionaje X-Keyscore, de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense- una gráfica que permite imaginar que también los datos de los servidores alemanes han sido espiados. Hasta entonces, se conocía solamente que los datos almacenados en servidores estadounidenses terminan siendo filtrados por los servicios secretos de Estados Unidos.
El acceso a nodos de red alemanes, se especula ahora, podría llevarse a cabo o ser apoyado desde las bases donde se hallan estacionados más 50.000 soldados estadounidenses en Alemania, pese al fin de la Guerra Fría. La cifra supera el total de efectivos con que cuentan las fuerzas armadas de un país como Bélgica. Y Estados Unidos cuenta con una red de varios cientos de estas bases distribuidas por todo el mundo.
De cerca es más fácil
Sandro Gaycken, Informático de la Universidad Libre de Berlín, considera “plausible” que los Estados Unidos aprovechen estas bases para acceder a las redes de todo el mundo. “La cercanía física a los centros de datos a los que se quiere acceder ayuda”, explica en conversación con DW.
Pero, ¿es posible que el gobierno alemán no sepa nada de estos accesos? Es posible, pero no probable, opina Gaycken: "Cuando se trata de servidores aliados, puede ser que se haya obtenido acceso directo y se entre legalmente al sistema, gracias a determinados acuerdos”.
Bases legales para el espionaje
Los acuerdos entre Alemania y Estados Unidos, que regulan las actividades de inteligencia estadounidenses en las bases militares alemanas, existen. El estacionamiento de los soldados estadounidenses en Alemania está regulado básicamente por el acuerdo sobre el Estatuto Jurídico de las Fuerzas Armadas de la OTAN de 1951 (Status of Forces Agreement, SOFA), al que se suman acuerdos adicionales posteriores.
En 1968, la llamada Ley-G10 sentó en Alemania las bases jurídicas para la vigilancia de los servicios de correo y telecomunicaciones por parte de los servicios secretos alemanes. En un acuerdo administrativo adicional, el gobierno alemán concedió a los Aliados (Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña), la posibilidad de utilizar las informaciones recogidas por los servicios secretos alemanes o de espiar ellos mismos, siempre que fuera necesario para velar por la seguridad de las tropas aliadas emplazadas en el país.
Este viernes (02.08.2013), el Ministerio de Exteriores alemán aseguró que un “acuerdo administrativo de 1968/69”, relacionado con la Ley G-10, había sido derogado “de común acuerdo” con Estados Unidos y Reino Unido. El ministro de Exterior, Guido Westerwelle, habló de “una consecuencia justa y necesaria de los más recientes debates sobre la protección de la esfera privada”.
¿Un acto simbólico?
Sin embargo, este anuncio no ha traído verdadera claridad al mar de especulaciones echadas a rodar. Pues, de hecho, el gobierno alemán había asegurado antes que el acuerdo derogado ya no tenía ningún sentido y que, desde la reunificación alemana, no se había recibido ninguna solicitud de información. Por su parte, un vocero del ministerio de Exteriores británico aseguró en Londres que su país no ha vuelto a hacer uso del acuerdo desde 1990.
Así que se sigue especulando sobre lo que la NSA se trae entre manos en Alemania, de forma legal o ilegal. En general, el gobierno alemán conoce que los servicios secretos estadounidenses actúan dentro de las bases militares de ese país en Alemania. Una respuesta del Ministerio de Defensa a una consulta hecha en 2011 por el grupo parlamentario del partido La Izquierda lo confirma. La consulta se refería a las facilidades comerciales otorgadas a empresas y personas que se desempeñan como parte de las fuerzas armadas estadounidenses en Alemania.
Facilidades para la NSA
En el documento emitido, el Ministerio de Defensa se refiere a un total de 207 empresas, que han obtenido esas facilidades por concepto de "servicios analíticos". Como actividades concretas se mencionan las de analista de sistemas o analista de señales de inteligencia (Senior Intelligence System Analyst o Signal Intelligence Analyst). Y, en conferencia de prensa del 31 de julio de 2013, el gobierno germano aclaró que por “servicios analíticos” se entienden servicios técnico-militares. Pero, lo que eso realmente significa, no ha sido probado aún.
Las facilidades otorgadas a las actividades de inteligencia de las empresas estadunidenses aparecen acordadas en numerosas notas verbales, desde 2001 hasta la fecha. Así, por ejemplo, también la firma Booz Allen Hamilton –que presta servicios a la NSA, y para la que trabajaba Edward Snowden–, obtuvo una licencia para “operaciones de inteligencia” en Alemania. Al menos así se desprende de una nota verbal del Ministerio de Exteriores alemán, fechada el 25 de noviembre de 2008.
¿Qué pasa en el Dagger-Complex?
Todas estas firmas pudieron trabajar para la NSA en el llamado "Dagger-Complex”, en la localidad de Griesheim, cerca de la ciudad de Darmstadt. Allí, en un complejo mayormente subterráneo de edificios, se calcula que trabajan más de 1.000 agentes de los servicios secretos estadounidenses.
Alemania “tendría la posibilidad de reclamar a los estadounidenses el cierre de una instalación como la Griesheim, si se comprueba que, desde allí, Estados Unidos agrede los derechos civiles de los ciudadanos alemanes”, opina el experto en servicios de inteligencia Erich Schmidt-Eenboom. "Ese sería, sin embargo, un caso de confrontación entre agencias“, advierte, "algo que el pequeño BND –el Servicio Federal de Inteligencia alemán- no se puede permitir”.
Autor: Marcus Lütticke / RML
Editor: Diego Zúñiga