Antichavistas y chavistas por el referendo
19 de julio de 2016Cuando la oposición venezolana organizó el referendo de 2004, aspirando a interrumpir la presidencia de Hugo Chávez (1999-2013), el grado de polarización política era tan alto en el país caribeño que no hacía falta sondear quiénes estaban a favor ni quiénes en contra de aquel plebiscito. En 2016, la situación es muy distinta: la consulta popular promovida para revocar a Nicolás Maduro, sucesor del “Comandante”, es defendida por antichavistas y por chavistas convencidos de que la “Revolución Bolivariana” toma un rumbo indeseable.
Este lunes (18.7.2016), varios exministros de Chávez y portavoces de la formación “chavista no madurista” Marea Socialista se acercaron al Consejo Nacional Electoral para exigirle a sus rectores que respetaran la Carta Magna venezolana y facilitaran “el ejercicio oportuno del derecho ciudadano a la realización del referendo revocatorio”. Al grupo, que se ha hecho llamar Plataforma para la Defensa de la Constitución, se unió el mayor general retirado Clíver Alcalá Cordones, un militar que ha criticado frontalmente a Maduro y a su entorno.
Cuentas claras
Eso sí: en una rueda de prensa celebrada posteriormente, los chavistas disidentes subrayaron que respaldaban la celebración del plebiscito por constituir una opción para resolver los problemas del país “en paz”, pero que no compartían el proyecto político de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la alianza opositora más grande. A sus ojos, tanto el oficialismo como el antichavismo pretenden “secuestrar” el diálogo nacional, ignorando a los ciudadanos que no se sienten representados ni por el partido de Gobierno ni por la MUD.
Esa aclaración no está de más: los chavistas rebeldes están conscientes de que su pronunciamiento será percibido dentro y fuera de Venezuela como un apoyo virtual a la moción opositora y como un golpe contra el Gobierno de Maduro, que hace todo lo que está a su alcance para impedir la consumación de la consulta revocatoria. Las preguntas de rigor en este caso: ¿qué peso tiene la disidencia chavista en el coro político venezolano? ¿Por qué asume una posición clara de cara al referendo justo ahora?
“Una intervención importante, pero…”
“Esta intervención es importante, pero no cabe esperar que produzca efectos inmediatos o devastadores en el seno del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). La cúpula del PSUV, aún contando a los descontentos, sigue siendo bastante sólida. Lo que llamó mi atención fue la aparición del mayor Clíver Alcalá Cordones entre las personalidades que orbitan alrededor de Marea Socialista”, comenta Héctor Briceño, jefe del área sociopolítica del Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES), de la Universidad Central de Venezuela.
“Es la primera vez que un exmilitar se une a las filas de un grupo como ese. Intuyo que la presencia de Alcalá Cordones le permitirá a Marea Socialista demostrar que el desencanto de los chavistas trasciende el ámbito de los civiles y presentarse como una plataforma más amplia de lo que ha sido hasta ahora. El discurso de Marea Socialista ha tenido una carga ideológica muy pesada, mientras que Alcalá Cordones ha hablado públicamente sobre la necesidad de que el PSUV y la MUD dialoguen”, explica Briceño.
¿Por qué ahora?
“El hecho de que Marea Socialista asuma una postura definida frente al referendo revocatorio en este instante se lo atribuyo a los resultados de las encuestas más recientes: el nivel de aprobación que mantenía el Gobierno de Maduro bajó significativamente; del 30 por ciento al 15 por ciento, según algunos sondeos. Marea Socialista está sembrando para cosechar a mediano plazo; para atraer a quienes le den la espalda al PSUV y no tengan intenciones de votar por ninguno de los partidos de la MUD”, agrega el experto del CENDES.
A juicio de Fernando Mires, profesor emérito de la Universidad de Oldenburg y conocedor del acontecer venezolano, el momento elegido por Marea Socialista para demandar que se realice el referendo revocatorio es una respuesta a la transferencia de poder puesta en marcha por el propio Maduro para apuntalar la tambaleante hegemonía del PSUV. “Maduro le ha otorgado un papel protagónico al mayor general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa, contando con que él mismo podría ser revocado”, sostiene Mires.
Previendo escenarios
Si el plebiscito en cuestión tiene lugar antes de 2017 y una mayoría vota por truncar la gestión de Maduro, el vicepresidente ejecutivo de la República –nombrado a dedo por el chavismo– asumirá la jefatura del Gobierno hasta que la máxima autoridad electoral convoque a comicios anticipados y la población vote por un nuevo presidente. Si la consulta se lleva a cabo después del 10 de enero de 2017, el vicepresidente chavista completará el mandato de Maduro, que termina en 2019.
“Hoy, el vicepresidente ejecutivo de Venezuela es Aristóbulo Istúriz. Pero el día de mañana, Istúriz puede ser removido del cargo mediante un simple cambio de Gabinete y Padrino López puede tomar su lugar. Otro escenario posible: llegada la hora, Istúriz puede asumir nominalmente la presidencia del país mientras Padrino López actúa como el verdadero ‘hombre fuerte' de Caracas. Tal como yo veo las cosas en Venezuela, no es lo mismo ser el presidente del país que ser el que manda”, dice Mires.