Hay algo que frena a muchos conductores a la hora de comprar un auto electrico. Se conoce como "ansiedad de autonomía" o, básicamente, el miedo a que se acabe la batería antes de llegar a una estación de carga. Y es bastante común. La infraestructura de carga no está creciendo al mismo ritmo que la venta de autos electricos. La red eléctrica necesita modernizarse, algunas estaciones de carga no funcionan del todo bien o son complicadas de usar... Y a todo esto sumemos el apego de muchos conductores al motor de combustión tradicional, como sucede en Alemania. Mientras tanto, otros países y regiones parecen tener una estrategia más clara para avanzar en este sector. En EE. UU. se invierte más en tecnologías como las pistas de carga por inducción, y en Latinoamérica hay esfuerzos conjuntos para probar rutas eléctricas que permitirían ir desde Chile hasta México en auto eléctrico.