Baerbock, la nueva política exterior alemana con raíz verde
27 de noviembre de 2021La designación de la colíder de Los Verdes, Annalena Baerbock, como próxima ministra de Relaciones Exteriores, marca un hito. No solo será la primera mujer en llevar las riendas de la diplomacia alemana, sino que será la persona más joven en ocupar dicho cargo: el 15 de diciembre cumple 41 años.
Durante la campaña electoral enarboló la bandera de la lucha contra el cambio climático, pero también abordó reiteradamente temas de política exterior. Y dejó en claro que ambas cosas van de la mano, porque la lucha contra el calentamiento global solo puede tener éxito si se acomete internacionalmente. En la presentación del acuerdo de coalición de los tres partidos que formarán gobierno, afirmó que la crisis climática es "el mayor desafío de este tiempo", y abarca todos los campos de la política, incluyendo materias como la cooperación internacional y la seguridad.
Por ejemplo, Annalena Baerbock se ha mostrado contraria el gasoducto Nord Stream 2, que ha de llevar gas ruso a Alemania. Argumenta que es un error, porque lo que se quiere es abandonar las energías fósiles. Además, considera que el gasoducto vuelve a Alemania demasiado dependiente de Rusia, y que Ucrania siente que se la deja en la estacada, porque el Nord Stream 2 lo elude como país de tránsito.
¿Adiós a los guantes de seda con China?
En general, Baerbock, que es politóloga e hizo un máster en derecho internacional público en la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, apunta a una política exterior más basada en valores. Y se pronuncia por abordar con más fuerza la situación de derechos humanos en países como Rusia y China, con los que Alemania tiene grandes intereses económicos y comerciales.
En lo tocante a China, en el acuerdo de coalición del próximo gobierno alemán no solo se habla de una competitividad, sino también de una rivalidad de sistemas. El Ministerio de Relaciones Exteriores y su nueva jefa tendrán ahora la tarea de elaborar una amplia estrategia para tratar con Pekín.
En opinión de muchos críticos, el gobierno de Angela Merkel acentuó mucho más los intereses comerciales que los valores. La propia canciller fue quien determinó en gran medida la política exterior. Está por verse si Olaf Scholz dejará más margen de acción a su ministra de Relaciones Exteriores.
Relaciones con Washington
También será interesante observar si Baerbock revitalizará los vínculos transatlánticos, muy magullados durante la presidencia de Donald Trump. La nueva ministra tendrá que decidir si acogerse al llamado del presidente estadounidense, Joe Biden, que busca aliados contra China, u optar por mantener a Alemania fuera de esa confrontación. Será, de todos modos, un difícil acto de equilibrismo.
Problemática resulta también la demanda de Baerbock de que Estados Unidos retire sus armas atómicas de Alemania, y su rechazo a aumentar los gastos alemanes de defensa, como exige sobre todo Washington desde hace mucho tiempo.
Más Europa
Baerbock aboga desde hace años por un papel más activo de la Unión Europea en la política mundial, sobre todo en materia de seguridad. Afirmó que Europa debe tomar en serio su "rol de paz” en el mundo. El acuerdo de coalición demanda "una verdadera política exterior, de seguridad y defensa mancomunada en Europa" y plantea una mayor cooperación entre los ejércitos nacionales. Claro que esa es, desde hace años, la posición alemana, y no ha cambiado mucho en la materia en ese tiempo.
En términos generales, el acuerdo de coalición habla mucho de multilateralismo y de reforzar la cooperación internacional y sus instituciones, como la ONU. Pero también eso es algo clásico de la política exterior alemana. En consecuencia, no se esperan grandes cambios con respecto a la línea actual.
(ers/ms)