Ankara amenaza a París
23 de enero de 2012Turquía amenazó a Francia con nuevas sanciones si sigue adelante con la ley que penaliza la negación del genocidio armenio y que se vota este lunes 23 de enero en el Senado francés. Cientos de personas a favor y en contra de la normativa se manifestaron ante el edificio del Senado francés.
El ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, advirtió a París que no subestime la resolución de Ankara, informa la agencia de noticias Anadolu. Davutoglu advirtió que ya se prepararon los próximos pasos a dar si el Senado aprueba la ley, que ya recibió el visto bueno de la Asamblea Nacional.
También el viceprimer ministro, Bülent Arinc, advirtió a Francia desde Estrasburgo que la aprobación en la Cámara Alta del Parlamento tendría "consecuencias fatales para las relaciones entre Francia y Turquía".
Tras la aprobación del proyecto de ley por la Asamblea Nacional, Ankara anunció la reducción de la cooperación militar y económica con París. Y según apuntó la embajada turca en París, próximamente podrían rebajarse las relaciones diplomáticas entre ambos países. Según medios turcos, el siguiente paso podrían ser sanciones contra instituciones francesas que operan en Turquía.
Francia pide moderación, Turquía rechaza categóricamente...
El gobierno francés llamó hoy por su parte a Turquía a moderar su reacción al respecto. "Turquía es un importante socio y aliado de Francia", reiteró el portavoz de Exteriores galo Bernard Valero.
En una carta enviada la semana pasada al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró que la ley "no está dirigida a ningún país ni pueblo en particular".
La legislación no mencionará a los armenios sino que se referirá a todos los genocidios reconocidos por Francia y penalizará su negación con hasta un año en prisión y 45.000 euros (57.000 euros) de multa.
Turquía rechaza categóricamente calificar de genocidio las muertes masivas de armenios entre 1915 y 1917. Los armenios afirman que hasta 1,5 millones de armenios, ciudadanos del imperio otomano, murieron o se les dejó morir durante la guerra. Ankara, por su parte, rebaja la cifra de víctimas mortales hasta 300.000, y asegura que muchas personas perecieron como consecuencia de los disturbios ocurridos durante la invasión de fuerzas soviéticas (dpa).