Animales longevos, y solitarios

Estos ballenatos pasarán muchas décadas bajo las aguas. Las ballenas de Groenlandia llegan a vivir hasta 200 años. Es fácil determiar su edad a través de análisis bioquímicos de los ojos. A veces ayuda la casualidad. En el cuerpo de una ballena de Groenlandia se encontró la punta de un arpón que data de 1890.

Aparentemente, el volar ayuda a mantener la forma. Por lo pronto, puede decirse que las aves están entre los animales más longevos. Por ejemplo, las cotorras grises, que pueden alcanzar una edad de 70 años. Algunas, como un ejemplar del zoológico de Londres, llegan a los 80. Otras especies pueden rebasar incluso los 90 años de vida.

Apasionados, fieles y longevos. Los elefantes viven en manadas y se cuentan entre los pocos animales que no tienen enemigos naturales. Si no caen víctimas de depredadores, pueden llegar hasta los 70 años de edad. Su búsqueda de agua y pastizales los lleva a recorrer las sabanas, guiados por una de las más viejas elefantas de la manada.

Cuerpos largos, boca puntiaguda, y caviar en el vientre: eso caracteriza a los esturiones. Pero otra característica, menos conocida, es su longevidad. Pueden vivir hasta 100 años. Pero así como es larga, su vida también resulta intensa. Nacen en aguas dulces, luego nadan hacia el mar, y finalmente retornan a sus sitios de origen para desovar. Así nadan miles de kimómetros.

El "solitario George" vivió más de cien años. Durante mucho tiempo fue considerado el último ejemplar de la especie "Chelonoidis abingdoni", y por eso se hizo famoso. Luego de su muerte, el cuerpo de la tortuga gigante fue puesto en exposición. Otras especies de tortuga son aún más longevas. La famosa "Harriet" murió en 2006 de complicaciones cardíacas, luego de aproximadamente 175 años de vida.

Parecen poco espectaculares, pero para los científicos son de gran valor. Los moluscos más longevos encontrados hasta la fecha alcanzaron una edad de 410 años. En las orillas de sus conchas, los moluscos acumulan anualmente formaciones calcáreas. Éstas pueden ser usadas para estudiar el clima o las condiciones marinas de los siglos pasados. También se puede determinar la edad de los moluscos.

Esta esponja marina tarda mucho tiempo en crecer y, por ello, su expectativa de vida es larga. La "Scolymastra joubini" vive en la zona de la Antártida y es más longeva que cualquier otra especie animal: su edad estimada es de cerca de 10.000 años. Para determinarla, científicos del Instituto Alfred Wegener se basaron en cálculos sobre el consumo de oxígeno de dichas esponjas.